El palco de Brunete también fue testigo ayer del encuentro de los dos presidentes de la gran final de Copa, el sevillista José María del Nido y el getafense Ángel Torres. Los dos se saludaron con corrección exquisita, se desearon suerte para la final y despejaron cualquier asomo de polémica tras las declaraciones de Del Nido en las que, tajantemente, afirmó que el duelo del Bernabéu sólo lo ganará el Sevilla "sí o sí". Aunque Dani Güiza le tiró por la mañana una andanada de respuesta, Del Nido restó hierro a cualquier amago de polémica y se mostró en todo momento conciliador, al igual que su colega azulón.

El mandatario sevillista afirmó: "Le tengo un gran respeto al Getafe, que ha goleado a Osasuna, Valencia y Barcelona para meterse por méritos propios en la final. El Sevilla quiere ganar peleando, va a ser muy bonita y en absoluto habrá un ambiente caldeado entre dos aficiones deportivas".

El favoritismo. También justificó sus declaraciones en el hecho de que "es una realidad incontestable que es la cuarta final del Sevilla en 13 meses y de ahí que considere a mi equipo favorito, aunque soy consciente de la valía del rival y que cuando el árbitro pite el inicio estará todo en ese momento al 50%".

Torres reiteró que "Del Nido es amigo mío, nos hemos saludado como siempre y nos hemos deseado suerte, como debe ser. Tienen un equipazo y después de haber ganado dos títulos ya este año es lógico que estén tranquilos y que se hable de favoritismo porque el tercero también les puede caer. Pero el Getafe tiene ilusión y armas para pelear".

Cara y cruz de dos ex sevillistas

Casquero y Cotelo llegaron a jugar en el Sevilla, aunque con suerte dispar. El medio centro creativo de Schuster militó en el Pizjuán cinco años, consiguió incluso un ascenso y ya entonces hubo una temporada en la que llegó a sonar para la Selección. Guarda buen recuerdo Casquero de su paso por allí, no tanto el asturiano. Mario Cotelo no acabó de cuajar en el equipo sevillista y sus compañeros incluso le bromean cada vez que hay un enfrentamiento contra ese equipo, porque que el magnífico interior se toma como casi una revancha particular. Cotelo no escatima esfuerzo físico en cada partido, pero parece que lo multiplica en estos duelos...