Ultimo intento para lograr el milagro y ver a Ronaldinho Gaúcho mañana jugando el derbi barcelonés. Los servicios jurídicos del club culé se reunieron ayer por la tarde y tramitaron al CEDD (Comité Español de Disciplina Deportiva) las alegaciones pertinentes para retrasar el castigo de un partido impuesto la semana pasada por el Comité de Competición y ratificado por el de Apelación, después de que el crack azulgrana agrediera al defensa del Getafe David Belenguer.

La cosa no pinta bien. Ronaldinho lo sabe, al igual que Joan Laporta y todos los responsables jurídicos del club. Si la lógica se impone, el castigo no se moverá, por lo que los hinchas blanquiazules verán con más posibilidades a su equipo de fastidiar el título al vecino y de romper una racha de más de 25 años sin saber lo que es imponerse en el Camp Nou.

Será a primera hora de la tarde cuando se conozca el veredicto final. Será entonces cuando los culés bramen o bien lo haga el resto del fútbol español, que vería una mano negra en el normal desarrollo de la competición. El pasado miércoles, cuando Ronaldinho regresó de jugar con la selección de Brasil dos amistosos, su cara ya expresaba la tristeza del que espera que se confirme una mala noticia.

Plan B.

Con todo esto, Frank Rijkaard sabe que deberá mover ficha. Sin Ronaldinho en el terreno de juego, es posible que Thiago Motta vuelva a la posición de mediocentro, desplazando a Andrés Iniesta a la derecha del ataque. Así, Samuel Etoo sería la referencia en el ataque, mientras que Leo Messi partiría desde la zurda, ocupando la plaza de Ronaldinho en el terreno de juego y liderando a sus compañeros.