Los cinco goles encajados por el Athletic en Santander han dejado al descubierto al pozo sin fondo en el que se ha convertido la estructura defensiva de los rojiblancos. La manita conseguida por Zigic y compañía no ha hecho más que confirmar que el equipo hace aguas en la retaguardia. Desde la última victoria (2-0 ante el Getafe en San Mamés) el Athletic ha recibido 14 goles en cinco partidos para un balance de un punto sumado sobre quince posibles.

Los 45 goles en contra que presenta en la clasificación sólo los empeora el Nàstic (51). Los rojiblancos parecen haberse desactivado y son un grupo cambiado con respecto a las sensaciones que avanzó con la llegada de Mané. En sus ocho primeros partidos, el de Balmaseda sumó 14 puntos sobre 24 posibles y sólo recibió seis goles. "Tenemos que volver a ser los de antes. Hay que jugar más compactos y arropados. Esto tenemos que cambiarlo ya porque hemos demostrado en otras ocasiones que podemos hacerlo mejor", destacó ayer el central Luis Prieto.