Roman Abramovich podría financiar el coste de su divorcio con la venta del Chelsea. Según el Evening Standard, el millonario ruso ha perdido entusiasmo por el club en los últimos tiempos y por su cabeza pasa sacar el club al mercado, un mercado en que recientemente han entrado los millonarios norteamericanos, que ya se han hecho con los otros dos grandes de la Premier, Glazer con el Manchester United y Hicks y Gillett con el Liverpool.

Pese a que el magnate ruso lanzó un comunicado oficial negando que entre sus planes esté la venta del club, los tabloides ingleses hacen otras cuentas. Las plusvalías acumuladas por Abramovich en el Chelsea le podrían servir para aliviar la carga financiera de su divorcio de Irina, con la que se casó hace 15 años y a la que ha dejado por la modelo Daria Zhukova, de 24 años, junto a la que The Sun le fotografió paseando por París. Roman Abramovich tendrá que cederle a su ya ex mujer algo menos de la mitad de sus 17.000 millones de euros de patrimonio, unos 7.000 millones. Irina también disfrutará de algunos de los bienes gananciales del ya disuelto matrimonio, bienes entre los que se cuentan una casa de 45 millones en el barrio londinense de Belgrania, una mansión en West Susssex, otra en Saint Tropez, tres yates y dos aviones Boeing modelos 737 y 767 en los que Irina podrá recordar sus viejos tiempos como azafata de Aeroflot.

Entre los técnicos y jugadores del Chelsea ha sido muy comentado el divorcio del patrón. Todos esperan que, efectivamente, eso no afecte al equipo. Y Jose Mourinho, el primero.