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Liga de Campeones | Arsenal 1 - PSV 1

Alex, de villano a héroe

El Arsenal se ha visto apeado de la Champions tras ser incapaz de inquietar a un PSV que sólo encajó el gol en una jugada llena de mala suerte

Actualizado a
<b>DECEPCIÓN.</b> Los jugadores del Arsenal, incapaces de hacer un gol en 180 minutos, se van de la Champions antes de tiempo.
DECEPCIÓN. Los jugadores del Arsenal, incapaces de hacer un gol en 180 minutos, se van de la Champions antes de tiempo.

Contra las cuerdas estaban los londinenses tras la derrota sufrida en el Phillips Stadium, y el principal avatar que tenía que afrontar el equipo de Wenger era la ausencia de Henry. El líder que lo es todo en el Arsenal comenzaba el encuentro desde el banquillo, y a los ‘gunners’ no les había ido nada bien hasta el momento sin el francés.

El técnico francés optó por Baptista en ataque acompañado de Adebayor, y por una pueril pareja en el medio, Cesc-Denilson. Los de Koeman presentaban a Farfán en ataque, y el peruano viene a ser para el PSV lo mismo que Henry para el Arsenal, salvando las distancias.

Los ingleses comenzaron el encuentro achuchando, pero sin demasiada cabeza. El equipo estaba desorganizado, los ataques eran caóticos, pero aún así el balón siempre estaba cerca del área holandesa. El hombre que más peligro creaba era Hleb. El bielorruso, con sus galopadas y habilidad buscaba el pase definitivo que dejara en franca posición al compañero, pero de momento Adebayor y Baptista no aparecían. El PSV por su parte, tras un digno comienzo, se encerró en su área por el empuje del rival. Los locales se iban asentando cada vez más en el campo y con lo que quedaba por delante mucho tendrían que sufrir los tulipanes.

La primera ocasión clara del encuentro llegó tras un pase que nació de la cabeza de Cesc, y que finalizó con un remate de Denilson en forma de media chilena. El balón se marchó ligeramente alto. Y Fábregas iba tomando el control del centro del campo. Malo para los del héroe de Wembley. El principal arma del Arsenal era el juego aéreo. Ante el autobús que tenían enfrente no quedaban muchas más opciones. Las esporádicas respuestas holandesas apenas inquietaban al público del ‘Emirates Stadium’. La principal llegada estuvo protagonizada por el incansable Cocu. Llegador total en otra época, el que tuvo retuvo, y un cabezazo suyo que se marchó desviado fue lo más destacado de su equipo en la primera parte.

Antes del descanso Koeman se vio obligado a variar su sistema por la lesión de Aruna Kone, segundo máximo goleador del equipo en la ‘Eredivise’, tras una dura entrada de Fábregas. Su lugar fue ocupado por Afellay, talentoso jugador holandés, aunque sin la pegada del marfileño.

Alex anota por partida doble

El comienzo de la segunda parte hizo que muchos aficionados se preguntarán que esperaba Wenger para dar entrada a Henry. El francés se iba directo al banquillo, pero a los pocos minutos comenzaba a calentar. El técnico francés no tenía prisa y sí confianza en los hombres que estaban sobre el césped. Y precisamente cuando peor jugaban los ingleses, incapaces de llegar con claridad al área rival, y con un PSV que ya no se agazapaba como en la primera parte, llegó el tanto inglés. Y además se produjo de manera cruel, con un remate de Alex, que estaba realizando un gran partido, hacia su propia portería.

El empate en la eliminatoria animó a ambos equipos, y en los minutos siguientes se sucedieron las mejores ocasiones para unos y otros. El Arsenal pudo marcar primero por medio de Adebayor, y luego en un remate de Cesc que se marchó desviado. La respuesta fue un remate de Méndez desde la frontal ante el que Lehmann hizo la estatua. Suerte que el balón no cogió puerta. Momentos después el árbitro se come un clamoroso penalti de Denilson a Farfán. Henry se disponía para entrar.

Con el francés ya sobre el campo el juego del Arsenal no mejoró en exceso. El encuentro se convirtió en un correcalles, ninguno de los equipos querían ir a una dura prórroga, y eso se notaba porque el juego era a la par intenso y caótico. Pero a pesar de las ganas de ambos, minuto a minutos eran los cañoneros quienes iban tomando el mando del encuentro. Henry comenzaba a entonarse y una falta suya hizo estirarse a Gomes para evitar el tanto. A falta de diez minutos los holandeses atacaban ya con sólo dos jugadores, y entregaban el balón al Arsenal como quien entrega una patata caliente.

La única oportunidad que le quedaba al PSV era un balón parado, opción que buscaban desesperadamente cada vez que rondaban el área de Lehmann. En uno de estos acercamientos, el chino Sun Xiang provocó la ansiada infracción que fue ejecutada por Méndez y rematada al fondo de las mallas por Alex. El brasileño había compensado con creces el daño que anteriormente había causado y pasaba de villano a héroe merecidamente.

El gol golpeó al Arsenal como un pesado mazo, y sus jugadores, hundidos, incluso estuvieron a punto de encajar el segundo gol tras una buena jugada de Farfán que remató Culina, pero el balón, pegado a la cepa del poste se marchó fuera. De ahí al final lo del Arsenal fue un quiero y no puedo con el PSV de espectador privilegiado, ya que la defensa holandesa no pasó ningún apuro hasta que el árbitro pito el final.

El equipo holandés es justo cuartofinalista tras lo visto en el global de la eliminatoria, mientras que el Arsenal prosigue con su desastrosa racha tras perder la Carling.