Anfield juzga al Barça

'This is Anfield'. La leyenda, de la que el fútbol inglés y el de Liverpool en particular son tan adictos, dice que los jugadores leen esa frase escrita en el túnel de acceso al campo y caen bajo los efectos de un hechizo. Los locales se crecen como si hubiesen tomado el más efectivo de los estimulantes; los visitantes sienten un temblor en las rodillas, a la altura del alma. El Barcelona, el vigente campeón de Europa, se examina hoy en Anfield, con un 1-2 de la ida, ante un Liverpool también herido.

Los dos rivales comparecen después de haber recibido sendas bofetadas, dolorosas por razones similares: preocupante la del Barça, caído en campo de su principal adversario liguero -el Sevilla, 2-1-, urticante la de Rafa Benítez y los suyos, derrotados por el líder Manchester United sobre el pitido final (0-1), en la que supone la primera caída del Liverpool en su campo ('this is Anfield') después de 30 partidos.

¿Qué se verá esta noche? Según Benítez, un Liverpool que no especulará con la ventaja de la ida, algo que no le cree ninguno de los visitantes y de lo que desconfía la mitad de la opinión pública británica. Según Frank Rijkaard, otra vez el 3-4-3 por el que recibió aplausos en Zaragoza (ganó y el Barça pasó ronda copera) y críticas en Sevilla (perdió tras ponerse 0-1).

Por arriba. La buena cosecha de hace dos semanas en el Camp Nou podría hacer que Benítez repitiera alineación, con Bellamy y Kuyt en el ataque y la aportación siempre generosa de Gerrard -alfa y omega de este equipo- desde atrás. Pero también le queda al técnico español la carta del juego por alto que tanto preocupa a Rijkaard. La presencia de Thuram en el eje defensivo tiene mucho que ver con esa amenaza aérea llamada Crouch, un jugador tan antiestético como eficaz en esa faceta.

Pero, puesto a preocuparse, Rijkaard está preocupado por los goles. Su equipo necesita al menos dos para no despedirse prematuramente de la Champions League, de ahí que hoy regrese el tridente, que Samuel Etoo vuelva a ser titular en Europa, desde aquella infausta noche de Bremen, a finales de septiembre, cuando se rompió una rodilla. Con Messi y Ronaldinho, intentarán, esta vez sí, que la épica de Anfield les favorezca.

Rijkaard cumple 200 partidos oficiales en blaugrana

No es nada amigo del protagonismo, de las efemérides, de celebraciones u homenajes de ninguna clase. "El pasado no importa", se defiende siempre que se le pregunta por la importancia de un número redondo. Hoy toca hablar del asunto: Frank Rijkaard celebrará (es un decir) su partido oficial número 200 desde que llegó al banquillo del Barcelona, hace tres años y medio. El holandés ha conseguido ganarse un lugar bajo el sol del cariño culé, sobre todo tras ganar la segunda Copa de Europa de la historia del club, el pasado verano. También ha sumado dos títulos de Liga en este periodo, entre otros trofeos menos importantes. Pero, como no le importa el pasado, hoy volverá a jugarse todo el prestigio.