Están a punto de cumplirse veinte años de aquel gesto en el Bernabéu.

Sí, el toro.

¿Qué le llevó a hacerlo?

De repente Hugo Sánchez puso la pierna en mi pecho, entró como un toro.

A continuación usted le agredió y le expulsaron. Camino del vestuario fue cuando sacó los cuernos.

Pensaba que estaba en una plaza de toros. Era como estar en la arena de un ruedo: el público gritando y abajo, sangre (risas). Ellos estaban con bronca porque en Múnich ganamos 4-1, pero no quise ofender con el gesto.

En aquel partido también hubo un hecho histórico: el pisotón de Juanito a Matthäus.

Fue un acto que no tiene nada que ver con el deporte ni con el fútbol, pero a veces estas cosas pasan.

¿Sentían los partidos del Madrid como un derby europeo?

Había mucha rivalidad porque ambos clubes se habían enfrentado en varias ocasiones. Era una rivalidad de Copa de Europa y siempre con cuentas pendientes.

Usted tenía muchas con Hugo Sánchez, ¿no?

Sí (risas). Era un gran delantero, de sangre caliente. Pero era muy listo para el gol en el área. De los mejores rematadores que he visto.

¿Le provocaba mucho?

Era muy bueno con el balón en los pies, pero también con la boca. No paraba de decirme cosas. Tenía que irme para no escucharle.

El Bayern busca entrenador para junio porque Hitzfeld ha dicho que no seguirá. ¿A usted no le llaman?

Yo tengo ahora dos años de contrato con el Wolfsburgo.

Madrid y Bayern están en crisis de juego y resultados.

Sí, pero la Copa de Europa es diferente. Dependerá mucho del partido de ida.

¿Qué le parece Schweinsteiger?

Es muy joven, pero tiene mucho potencial. Lo tiene todo para jugar en cualquier grande de Europa.

¿Podolski?

Tiene poca experiencia y aún debe desarrollarse.

El Bayern tiene problemas en defensa. ¿Cómo los corregiría usted?

Yo dedico tres ejercicios a la semana a trabajar los movimientos defensivos, siempre tratando de que los defensas estén perfectamente coordinados.

Se critica mucho a Lucio y su costumbre de salir jugando con la pelota.

Lucio es un gran jugador, además, en Europa es muy difícil encontrar defensas que saquen la pelota jugada. Yo mismo quería ser un delantero.

Y también fumaba.

Sí (risas).

Más que su compañero Soren Lerby.

Bueno. Cada uno fumábamos lo nuestro (risas).

¿Cómo podía fumar siendo un deportista de élite?

Un día estaba entrenando con el Bayern y comprobé que los que no fumaban respiraban peor que yo, jajajaja.

Su mujer le rescató para el fútbol segun usted.

Sí, yo era muy joven y salíamos por la noche con los compañeros de los juveniles. Ella me dijo: "Piénsate bien si quieres ser futbolista o montar un bar de copas".