Un policía italiano falleció ayer al ser alcanzado por una carta-bomba arrojada durante los enfrentamientos entre agentes e hinchas durante el derby Catania-Palermo, en el que resultaron heridos un centenar de personas.

Debidos a los incidentes, el comisario extraordinario de la Federación Italiana de Fútbol, Luca Pancalli, ordenó la suspensión de todo el fútbol previsto para este fin de semana, desde la Serie A hasta juveniles. Los incidentes que degeneraron en una guerra campal comenzaron durante el derby siciliano, adelantado a ayer debido a que hoy es la fiesta de Santa Ágata, la patrona local. Debido a los enfrentamientos y lanzamientos de objetos, el partido tuvo que ser suspendido y después de media hora de lanzamiento de todo tipo de objetos se reanudó. Al final, ganó el Palermo por 1-2 con un gol con la mano de Davide Di Micheli que el árbitro consideró involuntaria, lo que enardeció aún más los ánimos de los hinchas furiosos del Catania.

En los enfrentamientos fuera del estadio, un inspector jefe de la policía, Filippo Raciti, fue alcanzado por una carta bomba lanzada por un hincha, cuando se encontraba dentro de un automóvil. Trasladado inmediatamente a un centro sanitario, Raciti, de 38 años, casado y con dos hijos, falleció. "Esto no es deporte, no se puede con esta situación", dijo un abatido Luca Pancalli .

Para Prodi, "es una degeneración"

El primer ministro italiano, Romano Prodi, expresó su condena por lo sucedido y dijo que compartía la decisión de la Federación, "ya que contra la degeneración del deporte hay que enviar señales fuertes". Prodi expresó su pésame a la familia del fallecido e insistió en la necesidad de adoptar medidas fuertes contra este tipo de incidentes.