Los Valerón no quieren que nadie se quede sin jugar

Fútbol | Un pueblo cuna de talentos

Los Valerón no quieren que nadie se quede sin jugar

Los Valerón no quieren que nadie se quede sin jugar

Han creado su propio equipo

La demanda de fútbol que generan los niños en Arguineguín no daba con la sola existencia del club del pueblo. Todos los años más de cincuenta niños se quedaban sin plaza en el Arguineguín al no superar las pruebas de selección. Ese déficit y la devoción que supone el fútbol para la familia Valerón les llevó a crear el ABRISAJAC, cuyas siglas responden a los nombres bíblicos de Abraham, Isaac y Jacob. Todas las tardes los hermanos del jugador del Deportivo, Pedro, Miguel Ángel, al que una entrada de Ferrer le cortó la gran proyección que tenía, y Manolo intentan inculcar a los chavales los secretos del juego.

"Se trataba de que nadie se quedara a jugar al fútbol en Arguineguín. Había chavales que no podían jugar en el club del pueblo y creamos el equipo con esa idea", afirma Pedro Valerón. Sin embargo no les gusta a los Valerón que se vea el club como un lugar en el que el fútbol o el nivel de los jugadores no importa. "Es de bien nacidos ser agradecidos y nosotros decidimos crear la escuela para no privar a los chicos de lo que a nuestra familia tanto ha dado. Es cierto que nosotros no le ponemos presión al chico en cuanto a resultados, pero también pensamos que a lo mejor a si es más fácil que salgan futbolistas", prosigue Pedro Valerón.

Los Valerón manejan unos cien futbolistas, inlcluido el equipo que tienen en categoría Regional. Entre ellos están cuatro sobrinos de Juan Carlos, Claudio (que ahora juega en el Maspalomas), Manuel, Acorán y Adrián, del que dicen que es el que más proyección tiene, está siendo seguido de cerca por los clubes más importantes del fútbol canario y con el que parece que la saga puede continuar.