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Ricardo La Volpe

"Gago marcará una época como Redondo"

Ricardo La Volpe (Buenos Aires, 1952) dirigirá a Vélez Sarsfield la próxima temporada. Fue el entrenador de Gago en Boca Juniors y antes seleccionador de México.

Tomás Guasch
Actualizado a
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reuters

Empecemos por usted. Dejó Boca e inmediatamente le contrató Vélez. ¿Algo tiene al agua cuando la bendicen?

Bueno... Debo agradecerles a los dirigentes de Liniers que confiaran en mí y trabajar para corresponder a su confianza. Por unos días no era yo el técnico más popular en Argentina

El fútbol siempre da revancha, se dice.

No creo mucho en las revanchas. Cada vez que un técnico asume la dirección de un equipo sabe lo que le toca: ganar. Perdí en Boca este último Apertura y si Vélez puede considerarse como una revancha para mí será desde la normalidad, ¿eh? En esto todos ganamos y perdemos. La pelota da vueltas. Pero el éxito de un entrenador no sólo depende de él.

¿En qué medida?

Esto es un setenta por ciento de los jugadores, pero entran todos, para lograr un objetivo hay que tener un grupo. Mi primera tarea es convencer a los muchachos de que mi idea es buena.

Recordó el KO de Boca aquellas Ligas que el Madrid se dejó en Tenerife.

Con un agravante por nuestra parte: perdimos de local. Ninguno pensamos que podíamos perder aquel partido con Lanús (último del torneo) y, además, nos valía el empate. Como en Córdoba, el penúltimo juego, contra Belgrano En mi cabeza no cabía otra posibilidad que el título. Porque Boca, con 44 puntos, batió un récord de anotación. Fallamos y no sé qué más vueltas darle.

El Madrid esperaba presentar un Gago campeón. ¿La derrota lo habrá endurecido?

Sí, le habrá hecho más fuerte. Anímicamente debió quedar mal en el primer momento, como yo, como todos. Él también pensaba que el título era nuestro, pero seguro que ya le queda sólo el mal recuerdo. Inicia otra etapa, tiene a su favor su juventud, su calidad, su temperamento. Tuve la suerte de haberlo dirigido, de gozar de un futbolista que es más que un volante recuperador, pues además construye. Como Redondo

Para usted, ¿Gago es un Redondo en potencia?

¡Y claro que sí! Tiene su calidad, su elegancia. Lo ves jugar y viste el juego tanto cuando ataca como cuando defiende. Le va a aportar mucho al Madrid en la media cancha.

Usted está viendo jugar al Madrid, claro.

Sí, es uno de los equipos que más se ve en el mundo. Seguí el partido que perdió por 0-3 en casa, por ejemplo.

¿Y?

Todo entrenador, y Capello no es una excepción, es feliz rodeado de grandes individualidades. Pero debe dar con un sistema de juego porque aquí hay algo fundamental: conjunto, trabajo y humildad. Eso sobrepasa el individualismo. Sin conjunción y sin humildad no se funciona. Una de las cosas que hizo el señor Del Bosque en el Madrid fue precisamente eso: logró que las grandísimas individualidades de que disponía tiraran por el mismo lado. El fútbol lo juegan equipos, equipos de fútbol. No individualidades.

Gago e Higuaín llegan en un momento complicado en Chamartín. Menotti sostiene que son demasiado jóvenes, que llegan muy pronto a un reto de esa categoría.

Cuando llaman a tu puerta y encima es el Madrid, ¿qué le dices, que espere a que tengas 26 ó 27 años? Eso sería lo ideal; le sucedió a Rafa Márquez, al que dirigí en México. Pasó por el Mónaco antes de aterrizar en el Barcelona y hoy puede hablar en una de las reuniones importantes del vestuario. A Gago y a Higuaín les costará hacerlo, pero si tengo que apostar por Fernando lo haré sin ninguna duda: va a marcar una época como la de Redondo en el Madrid. Es joven, en efecto, pero viene de Boca y conoce el peso de la responsabilidad que supone tener que ganar siempre. Es más que una promesa.

¿Un argentino de 20 años es un español de 30?

¡Ja, ja! No sé si tanto. En México se debutaba no hace tanto con 24 y 25 años. Gago es un joven experto.

¿E Higuaín?

La responsabilidad es diferente. Él es un goleador mientras que Gago juega en el centro del campo, que es donde se ganan los partidos. Un delantero depende de los centrocampistas, se llame Higuaín o Ronaldo. Si tu equipo no tiene la pelota estás listo. Higuaín necesitará apoyo. Con diez o quince minutos no es fácil mostrarse. Tendrá a su lado a Ronaldo y Van Nistelrooy; no le va a resultar fácil abrirse paso entre estas estrellas. Su ventaja es la edad, al contrario de lo que puede suponerse. Tiene tiempo, velocidad y gol. Pero insisto en lo de antes: los delanteros dependen del juego que generen los volantes, que el equipo tenga la pelota.

El Madrid la tiene poco. Depende mucho de Guti...

Claro: lo más difícil es encontrar el equilibrio, se trata precisamente de eso. Recuperar y crear, si te falta la iniciativa difícilmente ganarás partidos. O peor: difícilmente crecerás. Hay que jugar en medio campo y hacerlo todos juntos.

Puesto que el fenómeno se acabó.

Sí, así es. Hoy tenemos excelentes jugadores como Ronaldinho, por ejemplo. Pero los fenómenos como Maradona, Pelé o Di Stéfano no están más. Los que desequilibraban solos ya no existen. Lo vimos en el Mundial, el gran escaparate. Lo físico se ha ido imponiendo, además. Antes no se corría lo que se corre ahora. Entonces, si no hay trabajo de equipo resulta complicado desequilibrar.

Ronaldinho no es Diego.

No tienen nada que ver. Maradona arrancaba de muy atrás, generaba, llegaba, alimentaba, definía Ronaldinho se mueve en un tercio del campo. Hubo otros como Zidane, Cruyff o Platini que en sus grandes momentos también se echaban para atrás y servían a todos. Ronaldinho gana partidos, pero no es la manija de un equipo.

El Barça ha echado mucho de menos a Etoo.

Su caso es como el de Drogba en el Chelsea. Etoo ayuda en cuanto el equipo tiene que recuperar pelota y posición, impide que el rival salga. Y mete goles, además. Por eso hago tanto hincapié en la humildad. Hoy no sólo los delanteros son los que marcan y producen la sorpresa; a menudo son los que se incorporan, la sorpresa es el volante. Eso Gago lo sabe bien, es un joven con mucho vivido ya.

¿Le sorprendió que el Inter de Porto Alegre se zampara al Barça en el Mundialito?

Los espacios son muy cortos. El Mundial nos enseñó lo difícil que fue jugar para todos. Si no concretas tus ocasiones cualquiera te complica un partido. Pero sigo pensando que Chelsea y Barcelona están un punto por encima del resto.

A un partido, once brasileños le pueden ganar a cualquiera.

Seguro que sí. Ellos saben jugar, si te quitan la pelota es complicado ganarles. Tienen una historia y a un partido le pintan la cara al más guapo. Aunque los mejores jugadores brasileños estén en el equipo de enfrente