¿Cómo encontró el vestuario después de una derrota que no entraba en los planes del barcelonismo?

Este es un momento que hay que digerir, pero lo que toca ahora es felicitar al Internacional de Porto Alegre, porque hizo un gran partido. Yo lo tomo como un fracaso, porque no pude ayudar al equipo para que pudiera ganar el partido.

¿Aquí termina un ciclo?

Este equipo tiene mucho margen para seguir creciendo y trabajando, pero podemos hablar claramente de fracaso. Fallamos en una ocasión que no se repite a menudo. Estos son momentos únicos, por eso lo considero una gran decepción. Pero no hay que valorar al equipo por un momento concreto, por un solo partido. Este es un gran conjunto.

¿Le sorprendió el rendimiento del equipo brasileño?

No, porque este equipo tenía mucho hambre de título. Se lo merece, hizo un gran trabajo. No me sorprendió porque esto pasa en las finales. El Internacional dio más que nosotros, y me dejó la sensación de ser superior al Barça. No vi que tuviéramos el partido en la mano en ningún momento.

¿Cómo se siente ahora?

Esto es una lección para nosotros, porque sólo se ganan cosas con la mentalidad a tope. Y me siento muy mal por eso.