Con la mal que pintaba el sorteo para Madrid y Barça, el Valencia, el que en un principio lo tenía más asequible por su condición de primero de grupo, será el que tendrá que apechugar con el rival más duro de los que podían tocarle, el Inter. Un viejo conocido del que no guarda un grato recuerdo porque le ha cerrado el camino en Europa tres veces en los últimos cinco años. Es este un Inter que pueda presumir de ser el mejor equipo italiano por su condición de actual líder, pero está en la pelea orgullosa por hacer valer su condición de campeón lograda gracias al Moggigate.

Al Madrid le ha tocado su gran viejo enemigo, el Bayern, cuyo nombre causa respeto en todos los estratos del club. Ni Milán, ni Juve, ni Manchester representan para el madridismo lo que el Bayern cuando está la Copa de Europa por medio. Hay una vieja rivalidad porque ambos han sido dominadores de la competición y en sus duelos siempre hubo algo que rebasó el mero juego: el loco del Bernabéu, el amistoso del 9-1 que suavizó Boskov con aquel "prefiero perder un partido por nueve goles que nueve por 1-0", el pisotón de Juanito a Matthäus, los cuernos de Augenthaler, las miradas sostenidas y encendidas de Raúl y Kahn... Por su parte, el Barça se enfrentará al Spanish Liverpool, en época inestable en la que los réditos de la Champions lograda hace dos años, para algunos de sus directivos, se agotan. Se enfrentan los dos últimos campeones con un duelo de banquillos que medirá a uno de los grandes referentes, junto a Mourinho, de la escuela de los teóricos: Benítez contra el técnico de moda con pasado de gran jugador.

Veintidós títulos entre los seis

Real Madrid (9), Liverpool (5), Bayern (4), Inter (2), Barça (2) y Valencia (0). Entre los seis suman veintidós Copas de Europa. El único que no lo ha ganado ha sido el Valencia, que fue subcampeón en dos ocasiones. Los valencianistas han ganado una Recopa, una UEFA, dos Supercopas de Europa y dos Copas de Feria.