El reto de Ronaldinho

A las once y veinte, hora peninsular española pero japonesa a todas luces para ver un partido de fútbol, el Barcelona buscará dar el primer paso que le acerque a un título que falta en su Museu. Enganchado a la pierna derecha de Ronaldinho, más estrella si cabe en medio de las bajas, el vigente campeón de Liga y de Europa afronta la semifinal del Mundialito de Clubes de la FIFA con el cuerpo aún castigado por el cambio de horario pero el espíritu bien dispuesto. Enfrente estará el América, un histórico del fútbol mexicano, con más tiempo de adaptación a Tokio pero menos galones de los que presumir.

Insomne.

Ronaldinho lleva tres días casi sin dormir por la noche. El enviado especial de El Periódico contaba ayer que el crack brasileño se pasó la primera madrugada en su habitación matando las horas con una consola de videojuegos, que desayunó dos veces, una, de puro aburrido, y otra con el resto de la plantilla. Pero Ronaldinho quiere seguir escribiendo la historia grande del Barça, que aquí pasa por resarcirse del revolcón que el Sao Paulo le dio en 1992 al Dream Team de Johan Cruyff. Así que, insomne y todo, hoy será quien tire del carro blaugrana.

La sala de máquinas, sin embargo, sigue en manos de otros operarios. Del recuperado Márquez, que se encargará con Puyol de mantener a raya al Piojo López, veterano de otras guerras contra el Barça, cuando la libreta de Van Gaal se desintegraba cada vez que se enfrentaba al Valencia. De la versión mejorada de Deco, tras un inicio de temporada irregular. Del exquisito curso de corte y confección que Iniesta ofrece en cada partido. De las cabalgadas de un Giuly al que inspira la ausencia de Messi. Y de la efectividad de Gudjohnsen, que en un puñado de partidos ha marcado los goles que han paliado la añoranza por Etoo.

Luis Fernando Tena, el responsable técnico de las Águilas mexicanas, ha elogiado hasta la náusea al Barça. De nada sirve la referencia estival, un amistoso disputado en Monterrey que acabó 4-4, en el que el Piojo volvió a ser una pesadilla para la defensa culé. El América, campeón de la Concacaf, cederá esta vez campo y pelota, con la esperanza de sorprender al Barça en un contraataque. El problema es que tener enfrente a un Barça con la pelota en los pies es como jugar a la ruleta rusa, una invitación al crimen.

El único contratiempo para Frank Rijkaard es una gastroenteritis que desde ayer tiene a Edmilson con un pie en el lavabo. Jugará Motta si no media una recuperación milagrosa del brasileño. Pero el brasileño que preocupa a Rijkaard y a todo el barcelonismo se llama Ronaldinho. Ya saben, ese tipo que hace elásticas, chilenas, goles de falta por debajo de la barrera... Ronaldo de Assis Moreira se cita con la historia. La suya y la del Barça.