El Athletic tramitó ayer, a las cuatro de la tarde, la ficha de Iban Zubiaurre en la Liga de Fútbol Profesional en sustitución de la del lesionado Tiko. Por fin, el defensa se presentará mañana en San Mamés con un acuerdo de ocho años, la camiseta del Athletic embutida y una cláusula de rescisión inferior a los famosos 30 millones que tenía en la Real.

El club y el abogado designado por su padre llegaron a un acuerdo el lunes tras decidir la línea de crédito a escoger para aliviar el asunto. Era la única diferencia que quedaba en el asunto. La cláusula se establecerá entre 15 y 25 millones, acorde con el nivel económico del plantel. Zubiaurre será el duodécimo en salario. Por ejemplo, uno de los últimos fichados, Josu Sarriegi, no es libre de decidir su futuro por menos de 24.

Por lo tanto, salvo imprevisto cambio de parecer, Zubiaurre no necesitará una licencia provisional ni recurrir al CSD para poder jugar. Tampoco recurrir al artículo 35 del derecho constitucional al trabajo. Será desde ya un futbolista más en la plantilla rojiblanca y deberá entrenarse fuerte para ganarse la confianza de Sarriugarte.

En principio, no cambiará de domicilio, ya que Mendaro está a una distancia cercana como para ir y venir todos los días. Otra cosa es que, esporádicamente, se quede por necesidad a dormir en Bilbao.

El futbolista se ve jugando en un mes

Iban Zubiaurre lleva ya un tiempo afilando los tacos, esperando que se acabe su mal sueño. Hasta ahora ha estado a caballo entre el Elgoibar y los trabajos con el preparador físico Rafa de la Peña, sin llevar una preparación ordenada por el cuerpo técnico de Lezama. El ex realista es muy optimista sobre su actual situación física y se ve en condiciones de debutar en un mes si Félix Sarriugarte lo considera necesario. Sería el tiempo ideal para hacer una especie de pretemporada y ponerse en condiciones. Así la pelea por el lateral derecho, en el que han alternado Iraola, Expósito y Murillo, ya tiene un nuevo aspirante. Habrá que estimarlo como un refuerzo.