Osasuna está con el punto de mira totalmente desviado en este arranque de temporada. Le pasó el domingo pasado ante el Racing y ayer ocurrió tres cuartas partes de lo mismo ante un buen plantado Heerenveen, al que no pudo hincar el diente pese a tener las mejores ocasiones del encuentro. Y eso que no comenzó mal el cuadro de Ziganda. Aceptó el reto de llevar el timón del juego y eso le hizo acercarse a la consistente defensa holandesa con bastante frecuencia y peligro. El problema es que si no hay acierto, como ayer, ese dominio no sirve absolutamente para nada.
En uno de esos ataques, un balón desde la banda derecha fue rematado de espectacular chilena por Soldado, pero cuando la gente ya estaba preparada para celebrar un gol de auténtica bandera el guardameta contrario le birló ese placer con una parada no menos llamativa. Fueron los mejores instantes de Osasuna. Pero duraron poco. Después de ello, el Heerenveen comenzó a sentirse más cómodo y los nervios empezaron a atenazar a los navarros, en especial con el balón en los pies.
Sin ritmo. Para entonces los rojillos habían perdido por completo el ritmo y no lo volvieron a encontrar. Los ataques cada empezaron a ser más esporádicos y el juego se fue diluyendo hasta convertir el partido en algo anodino. La grada le recordaba al equipo de vez en cuando que en juego estaba gran parte del billete hacia la siguiente ronda, pero no había manera de que los futbolistas reaccionaran. Sólo la entrada de Delporte, unida a la de Valdo, hizo despertar un poco a los suyos.
Fue en un último arreón en el que se dejó el fútbol de lado para dar paso a la raza. A borbotones, Osasuna volvió a acercarse a la portería rival y sólo con ese aumento de intensidad pudieron ganar los navarros. Pero los fallos de Soldado y Romeo, ambos de cabeza y el segundo tras gran intervención de nuevo de Vandenbussche, dejaron en empate el choque y complicaron un poco más la clasificación. Habrá que pescar fuera lo perdido anoche.
Cuco Ziganda: "Lo normal era ganar"
"Estoy decepcionado, sobre todo por el partido que hemos hecho. Les hemos presionado bien, hemos tenido ocasiones y hemos llevado la iniciativa. Lo normal es ganar un partido así, pero lo que cuentan son los goles y no hemos tenido el acierto o la fortuna necesarias. Hasta los cinco o diez últimos minutos, que hemos jugado más con corazón que con cabeza, el equipo ha estado bien. No somos un conjunto de hacer veinte ocasiones por partido, pero sí hemos tenido cinco o seis. Quedan tres partidos y hay que pelear, aunque la victoria hoy hubiera sido importante".
Juantxo Elía: "El punto no nos sabe bien"
"No hemos ganado, pero qué le vamos a hacer. Lo hemos hecho todo para ganar y no ha podido ser así que tenemos que estar tranquilos. En mi opinión, hemos hecho un buen partido, hemos dominado y creado ocasiones de gol. El punto no nos sabe bien, porque teníamos que haber ganado, pero las sensaciones son buenas. Ahora tenemos que intentar sacar algo positivo fuera, aunque esa ya era la intención. Hoy he jugado un partido de los que no nos gustan a los porteros, de esos en los que el rival no crea ocasiones y no te llega ni una, pero tienes que estar con tensión".
El detalle: ahora tocará puntuar fuera
Con el empate, Osasuna está obligado a puntuar en Lens o Parma si no quiere caer eliminado. Ganando los dos de casa, prácticamente se alcanza la siguiente ronda, pero el tropiezo de ayer lo complica.
