El ex árbitro De Santis, inhabilitado por cuatro años por sus responsabilidades en el Moggi-gate, ha vuelto a la actualidad tras revelarse el contenido de otra de las escuchas telefónicas que grabó la Policía. Se trata de una conversación entre Massimo De Santis y el delegado arbitral del Milán, Leonardo Meani, antes de la eliminatoria de Champions entre el Milán y el Inter disputada los días 6 y 12 de abril de 2005.

De la conversación no se sustancian consecuencias para la justicia, pero en el Inter no ha sentado nada bien que De Santis le pidiera a Meani una camiseta del Milán firmada por todos los jugadores de Ancelotti.

Investigador.

De Santis, por su parte, está indignado con el Inter porque en 2002 le hizo vigilar por un investigador privado. El éx colegiado ha declarado que ha soportado "seguimientos y todo tipo de presiones hasta que han conseguido acabar con mi carrera deportiva. ¿Por qué me vigilaban y seguían? ¿Querían darme un recado?".

Las palabras de De Santis han indignado a Moratti, presidente del Inter: "No puedo entender que tenga el coraje de decir lo que ha dicho después de hacer todo lo que ha hecho".

Ante esta situación, la Federcalcio ha decidido reabrir la investigación. Ahora se centra en investigar la relación entre el Milán y De Santis y en descubrir si el Inter incurrió en conducta desleal y antideportiva.

Borrelli dimite, pero no se va

Saverio Borrelli, procurador general de Milán y miembro del equipo de investigación del Moggi-gate, presentó su dimisión en la Federcalcio después de quejarse de las dificultades que estaba encontrando para seguir indagando en la corrupción del Calcio. El letrado anunció su renuncia la semana pasada, pero luego rectificó. Borrelli ha anunciado que tomará una decisión definitiva tras la reunión que mantendrá con Giovanna Melandri, ministra de Deportes de Italia. Después de esa cita hara pública su decisión definitiva.