Irureta apela al valor y Capello hará rotaciones

Primera | Betis - Real Madrid

Irureta apela al valor y Capello hará rotaciones

Irureta apela al valor y Capello hará rotaciones

toni rodríguez

Vogel, Maldonado y Sobis, amenaza bética. Raúl, en el banquillo

El Betis todavía está en la pretemporada y el Madrid en la cincuentena. Ambas cuestiones son tan ciertas como que la vida es una tómbola. A saber. Dos de los grandes refuerzos del Betis (Sobis y Vogel) debutaron en el segundo partido de Liga, tres días después de aterrizar en Sevilla. En el caso del Madrid, hoy todavía faltarán 20 días para que nos sea permitido disfrutar del equipo de Capello. El plazo se lo puso el propio entrenador el pasado 25 de agosto y nosotros, entretanto, arrancamos las hojas del calendario con la ansiedad de un soldado en el frente.

A pesar de los andamios, el partido promete, y mucho. Heliópolis (ciudad del sol) es un magnífico lugar para medir la fortaleza de sus visitantes, porque el Betis, independientemente de su estado de forma, es de esos equipos que se encienden en casa, y hasta queman.

Desde su derrota contra el Valencia (2-1), los verdiblancos han mejorado bastante (goleada al Athletic: 3-0), aunque eso también incluya doloroso traspié en el derby (3-2).

En todo este tramo, el joven Maldonado ha ejercido de fabulosa revelación, Vogel de gran timonel y Sobis de asesino sutil (dos tantos). A falta de comprobar el rendimiento de Wagner y Odonkor (buena pinta), el equipo es guapo, y no lo digo porque Sobis se parezca a Carlos Baute, salsero suavito de flequillo dorado y pelvis dislocada. Es una impresión espiritual.

Los buenos presentimientos espirituales están reforzados por la presencia de Javier Irureta en el banquillo. No es malo fichar sensatez. En otro ejemplo de su adorable mesura, el técnico irundarra señaló ayer que el partido tiene "bemoles". Sólo él puede utilizar palabras como "cáspita", "recórcholis" y "canastos" y seguir pareciéndonos un sabio de los bosques.

Será la segunda vez que el Betis y el Madrid se enfrenten en el plazo de un mes y cuatro días. La primera fue en las semifinales del Carranza: empate a tres y luego victoria bética en los penaltis. Si habrá pasado tiempo, que en aquel partido jugó un tal Joaquín.

Aunque el viaje a Sevilla siempre inspira respeto, para el Madrid el Ruiz de Lopera ha dejado de ser un estadio temible. Ha puntuado en sus últimas cuatro visitas (tres empates y una victoria), además de un triunfo en Copa. Robinho abrió el camino en Liga hace una temporada y Cassano se estrenó allí como goleador. El Betis no gana a los blancos en feudo propio desde 2001.

Capello admitió ayer que habrá rotaciones, seguramente pensando en la visita del Dinamo de Kiev el próximo martes. Salgado no entró en la convocatoria y Raúl, toda la semana renqueante, estará en el banquillo, probablemente junto a Beckham.

Se espera que las novedades más interesantes giren en torno al pivote Emerson-Diarra, todavía intocable. Así, Guti, Robinho y Cassano se pelearían por dos puestos, pues parece seguro que Reyes mantendrá su lugar en la derecha. Arriba, Van Nistelrooy, claro.

Objetivo. Aunque faltan 20 días para la puesta a punto del equipo, a Capello ya le empiezan a salir las cuentas. El Madrid es, junto al Valencia, el equipo menos goleado: un solo tanto en contra. Esta noche comprobaremos si esa fortaleza ha estado favorecida por el calendario.

No se llenará el Ruiz de Lopera y es lógico: las entradas cuestan entre 70 y 100 euros. Precios muy ajustados para los suizos que visiten la ciudad.

Irureta y Capello ya se han visto las caras antes. Fue hace diez años. Jabo, entonces técnico de la Real, perdió 6-1 en el Bernabéu y volvió a ceder en Anoeta (1-2). Simples datos.

El detalle: Iturralde González, bueno para el Betis y para el Madrid

Eduardo Iturralde González (Bilbao, 39 años) acumula estadísticas que favorecen tanto al Betis como al Real Madrid. Irureta nunca ha perdido con él como árbitro: diez victorias y dos empates. El Betis tampoco ha caído en su campo con Iturralde sobre el césped: ocho victorias y un empate. El Real Madrid de Capello tampoco tiene motivos de queja: no conoce la derrota cuando él arbitra: tres triunfos en tres partidos.