Cesc Fábregas ha comenzado a carburar. Y lo ha hecho en muy buen momento. Justo cuando a España le hace falta un jugador como él para intentar reconducir ante Suecia lo que se perdió contra Irlanda del Norte. Porque nadie duda de que Luis Aragonés le tendrá en cuenta para el trascendente partido de clasificación para la Eurocopa 2008 que la Selección disputará en un pequeño distrito de Estocolmo, en Solna, el próximo día 7 de octubre.

Así debería ser si se tiene en cuenta la opinión del entrenador del Arsenal, el club de Cesc, que está encantado con el jovencísimo centrocampista español: "Lo que hizo el domingo en Old Trafford fue asombroso. Movió al equipo como un gran maestro, mandó sobre sus compañeros y sobre los rivales, defendió y atacó, y todo eso sin parar de correr durante los noventa minutos. Hizo un partido excepcional, de los mejores que he visto".

El informe de Wenger debería bastarle a Luis para salir de dudas, si es que las tiene. Pero en iguales o parecidos términos, aunque mucho más conciso, se manifestó Ferguson, el entrenador del Manchester United. "Cesc nos destrozó, así de simple". Sir Alex Ferguson, además, está inquieto porque "a Fábregas aún le quedan recorrido y progresión, y juega en un equipo rival".

Baptista, que pudo ser su compañero en el Real Madrid y ahora lo es en el Arsenal y que también tuvo una actuación destacada el domingo en Old Trafford, también alabó a Cesc: "Tiene fuerza y clase, y se echa el equipo a la espalda".

Anderson y Ledley, en la agenda gunner

Ársene Wenger no se conforma y le ha echado el ojo a dos jugadores para reforzar el equipo. Le gusta Anderson Luiz de Abreu Oliveira, el joven brasileño de 18 años que también pretenden el Barcelona y el Chelsea, club en el que ya estuvo a prueba y que podría tener ya cerrada con el Oporto una opción para su fichaje. El segundo jugador del gusto de Wenger es Joe Ledley, un centrocampista de 19 años que juega en el Cardiff. "Prefiero gastar el dinero del club en gente joven", ha dicho Wenger.