El joven Cesc Fábregas cuajó ayer como un veterano en el mítico Old Trafford y movió lo hilos del Arsenal con tal maestría que le llevó a ganar al Manchester United, líder intratable hasta ayer en la Premier inglesa.

No deja de ser un misterio casi indescifrable que jugadores como Cesc sean capaces de madurar así en los campeonatos extranjeros, y principalmente en Inglaterra, mientras en España son numerosísimos los casos de futbolistas que, con una proyección sino igual a la de Fábregas si al menos prometedora, no alcanzan a llegar a Primera y se pierden en las entrañas de la Segunda B o incluso más allá.

El recital del jugador español no puede pasar inadvertido para Luis. Cesc es de los futbolistas que echa la puerta abajo, como diría Camacho. La jugada del gol al United, que culminó Adebayor a placer, es una lección magristral de visión, regate y velocidad.