El Celtic tocó ligeramente el contrato que había propuesto a Gravesen al descubrir en la revisión médica que el centrocampista tenía unos problemas crónicos en la rodilla y, tras un pequeño tira y afloja, el internacional danés decidió ayer aceptar los cambios y convertirse en nuevo jugador del conjunto escocés. "Estoy encantado de formar parte de este club, uno de los más grandes del mundo", afirmó ayer el ex del Real Madrid, que ha fichado por tres años con opción a una más. El Celtic pagará unos 2,8 millones de euros por el danés, una cifra acordada con el club blanco hace ya una semana. Por su parte, Woodgate deshojó finalmente la margarita de su futuro y decidió quedarse cerca de su hogar familiar. Jugará cedido una temporada en el Middlesbrough, con opción de compra, tras pasar las pertinentes pruebas médicas. Con él llega también el central alemán del Chelsea Huth que fichará por cinco años.