Todo transcurría con normalidad en el derby vasco hasta el minuto 36. Instante en el que, Fermín Martínez Ibáñez, uno de los asistentes de Undiano Mallenco, vio lo que no era y pitó un penalti a favor del Athletic. Los realistas no daban crédito pero el línea se lo comunicó así a Undiano, quien decretó la pena máxima. Ayer Fermín Martínez seguía con su vida habitual, incluido el entrenamiento por la mañana. Por la tarde se recluyó en su casa para esconderse de la Prensa. Pero AS logró hablar con él, aunque se mostró reticente. Sin embargo aseguró estar "muy tranquilo y bien. Son cosas del arbitraje, lo hecho, hecho está", señaló.
Fermín se hizo famoso a través del programa de Canal + El día después por su peculiar manera de correr la banda y la concentración que muestra en los 90 minutos de partido. Ayer tenía claro que el penalti pitado en contra de la Real no va a cambiar su manera de trabajar. "Lo que voy a hacer es seguir luchando, que es lo que he hecho siempre", dijo.
Fermín Martínez nació en Pamplona el 4 de julio de 1966 y, desde que Undiano debutara en Primera, ha sido uno de sus asistentes. Hoy se dedica exclusivamente al arbitraje, aunque hasta hace unos años trabajaba en el negocio de su familia, una carnicería.
Gustos exóticos.
A Undiano y a Fermín les une su afición por ir a arbitrar a lugares exóticos. Juntos fueron en 2004 a Qatar en una iniciativa de la Liga de este país de llevar a colegiados europeos y americanos y en la que también participó Megía Dávila. El primer día dirigieron dos encuentros y señalaron tres penaltis. No pasaron desapercibidos. En 2005 se embarcaron en otra misión similar, esta vez en la semifinal de la Crown Prince Cup de la lujosa Arabia Saudí en un equipo arbitral encabezado por Rodríguez Santiago. Pero uno de los datos más llamativos de Fermín es su conexión con Rafa Guerrero, el asistente que se hizo famoso por levantar su banderín -curiosa coincidencia- señalando un penalti que no fue en 1996 en un Zaragoza-Barça de Liga. Con Undiano como árbitro, han compartido banda y confidencias, por lo menos en dos partidos internacionales, un Azerbayán-Polonia (0-3) y un Estonia-Letonia (2-1).
