Un gran duelo entre los Submarinos con olor a revancha

Antonio Muñoz no es amigo de refrescar rencillas por la titularidad del apelativo de 'Submarino Amarillo' entre el viejo Cádiz y el Villarreal. Para él, lo realmente admirable del 'amigo' castellonés es su evolución como club. Un espejo donde poder mirarse, sin duda. Por este motivo, fue uno de los primeros clubes al que trató de invitar para la 52ª edición del Carranza. La disputa de la Intertoto alejó a los de Pellegrini, pero la pifia europea de los levantinos y la caradura contrastada de los brasileños del Flamengo, que querían traerse un equipo de juveniles para justificar su concurso en el Trofeo de los Trofeos, lo devolvieron a un cartel que hubo de pasar por la imprenta en dos ocasiones.

Lo cierto es que hoy arranca este duelo de Submarinos con sentimientos recíprocos de revancha. Los locales, porque aún no olvidan el episodio de El Madrigal del año pasado, cuando un gol legal de 'Cacique' Medina en tiempo de descuento fue anulado "ilegalmente" por el línea más polémico del panorama nacional, Rafa Guerrero. De haber sumado el Cádiz aquellos tres puntos, quién sabe si hoy estaría de nuevo en Primera.

El Villarreal tampoco olvida al Cádiz. Oli le aguó la fiesta en el Carranza con un soberano testarazo que supuso el último gol de su carrera en Primera División. En ambos encuentros de la pasada Liga el resultado fue el mismo: empate a uno. Ahora, la historia es bien distinta. Los de Cádiz militan en Segunda División y los de Pellegrini vienen con Román Riquelme y con la pólvora de Nihat y Cani como nuevos reclamos. Una gran semifinal, sin duda.