Zidane se despide como el mejor jugador de la década última década

Cuando Horacio Elizondo señale la conclusión de la final el mejor futbolista de la última década colgará las botas. Fue la conquista del Mundial 98 su lanzamiento definitivo hacia el reconocimiento como mejor jugador del mundo. En este sentido no ha sido un Maradona o un Ronaldinho, niños prodigio que desde que jugaban en tierra se les intuía lo alto que llegarían.

Fue en el Girondins, espoleado por un gol al Betis desde el centro del campo, donde empezó a darse a conocer para el gran público. Luego vino la Juve: "Viví momentos buenos, hasta que llegué a Italia el fútbol para mí sólo era un juego. Allí aprendí a no conformarme con ser segundo". "Vine a España por la libertad de su fútbol. Vengo a sumar desde mi puesto de trabajo, con humildad. El Madrid, que tiene ese halo mítico, me permitía satisfacer mi ambición por la aventura ", aseguró al poco de llegar al Madrid. En su primer año de blanco la Copa de Europa con aquella volea inolvidable por lo que significaba y por la estética del gesto técnico: "Le pegué con mi pierna izquierda, la de apoyo, porque tengo más fuerza". Hoy, para él mismo, se despedirá Enzo Francescoli II: "Era elegante, tenía ritmo, visión disparo. Cuando miro partidos míos, veo a Enzo".

Campeón mundial y de Europa

El Mundial del 98 le encumbró, marcó dos goles en la final ante Brasil (3-0). La supremacía francesa se confirmó en la Euro 2000, cuando se impusieron a Italia en la final (2001). La volea que supuso La Novena es su otro gran triunfo.

De La Castellane al Bernabéu

Zidane se crió en La Castellane, "un barrio pobre donde había mucho paro. Allí tuve que aprender a confiar en mi". En el Cannes firmó su primer contrato profesional y dio el salto al Girondins. La Juve y el Madrid dieron lustre a su gran carrera.