El intento de suicidio de Gianluca Pessotto, desde hace unos días nuevo director deportivo de la Juventus, ha conmocionado al Calcio. El ex futbolista se arrojó desde un balcón de la sede del club en via Galileo Ferraris con un rosario en la mano y sufrió múltiples fracturas, además de varias hemorragias internas que no han podido ser frenadas en su totalidad pese a que Pessotto fue intervenido quirúrgicamente. Las próximas 48 horas serán fundamentales para conocer si el ex futbolista superará el trance, aunque el último parte médico ofrecido ayer por el hospital Molinette de Turín se limitaba a señalar que el paciente se mostraba "estable dentro de la gravedad de las lesiones que presenta".
Según parece, Pessotto, que estaba bajo tratamiento por depresión, se personó en la sede del club, aparcó su coche en la plaza de garaje, lo dejó abierto, arrojó las llaves y su teléfono móvil contra el suelo, subió a su despacho, abrió el balcón y se arrojó al vacío. Según testigos presenciales, el cuerpo del futbolista se estrelló contra el Alfa Romeo 147 de Roberto Bettega, que amortiguó su caída, antes de rebotar contra un monovolumen.
El arbitraje de Luis Medina Cantalejo en el Italia-Australia del martes ha provocado una conmoción en todos los estamentos futbolísticos. La actuación del colegiado español, justo un día después de la lamentable actuación del ruso Ivanov en el Portugal-Holanda, en el que batió el récord de tarjetas en un encuentro de la Copa del Mundo (16 amarillas y 4 rojas), ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia, empezando por la Franz Beckenbauer.
En calidad de presidente del Comité Organizador del Mundial 2006, el Káiser fue tajante: "Los árbitros no están haciendo bien su trabajo y no tienen todo lo que sucede en los partidos bajo su control".
A casa.
Mientras, la FIFA decidirá hoy cuáles son los árbitros que se vuelven para casa, y nadie duda de que ni Medina ni Ivanov pasarán el corte, igual que el inglés Graham Poll, que necesitó sacarle tres amarillas al croata Simunic para expulsarle.
Para terminar, y pese a que en esta Copa del Mundo se están batiendo todos los récords de tarjetas amarillas y expulsiones, la FIFA desestimó ayer la posibilidad de que los partidos sean arbitrados por dos colegiados, así como el uso de las nuevas tecnologías para ayudar a los trencillas.
Lippi permitió que le visitaran tres azzurri
El intento de suicidio de Pessotto cayó como un jarro de agua fría en la concentración azzurra en el Mundial, donde el ex futbolista había estado hacía tres días. Del Piero, Zambrotta y Ferrara recibieron permiso de Lippi para viajar a Turín para visitar a su amigo. Volverán hoy.
