13. Iniesta: Un filón descubierto en el escaparate de Brunete

Mundial 2006 | España, del 23 al 1

13. Iniesta: Un filón descubierto en el escaparate de Brunete

13. Iniesta: Un filón descubierto en el escaparate de Brunete

Siempre se relacionará su nombre con Brunete, donde llamó la atención de todos en el verano del 96, con el Albacete. Poco después fichó por el Barcelona y su evolución no ha tenido límites. El pasado sábado, con 22 años, debutó con la Selección.

Andrés Iniesta representa la humildad en su estado más puro. Su forma de hablar, siempre parco en palabras, lo dice todo. Desde pequeño ha sido así, nunca se ha salido de tono y es muy difícil enfadarle. Muy pronto empezó a destacar. En la pista de fútbol sala de su pueblo, Fuentealbilla (Albacete), destacaba por encima de todos los chavales. Cuando tenía siete años su padre decidió llevarlo a la capital manchega para realizar las pruebas con el Albacete Balompié, pero no pudo hacerlas. José Antonio Iniesta conocía, de su etapa de jugador del Atlético Ibáñés al que había sido su entrenador, Pedro Camacho, que entonces pertenecía a la Escuela de Fútbol del Albacete. El hermano del que fuera seleccionador nacional decidió ver al futbolista y quedó alucinado. Entonces, otro entrenador de aquella escuela, Juanón, se lo llevó para jugar unos torneos en Barcelona. Pronto los técnicos le aconsejaron que en el momento que se abriese el plazo para realizar las pruebas con el Albacete lo apuntase. José Antonio hizo la inscripción y un día a las ocho y media de la mañana probó con el Alba, teniendo como jueces a Víctor Espárrago, Ginés Meléndez y Balo. No hubo ninguna duda y Andrés, con ocho años, empezó a formar parte del Albacete.

Durante cuatro años su padre, entonces un modesto albañil, lo llevó a todos los entrenamientos realizando un gran sacrificio, pues tenía que desplazarse desde Fuentealbilla a la capital, pagando, además, todos los gastos de su bolsillo. Andrés tuvo como entrenadores a Balo, Andrés Hernández, Marín y Catali. Todos ellos sabían que el chaval, a pesar de su corta edad, sería una figura internacional.

En la temporada 95-96 llegó su gran momento. En el torneo de Brunete, Andrés Iniesta fue designado el mejor jugador. José Antonio empezó a recibir llamadas de otros equipos. El que más se interesó fue el Barcelona. El entonces coordinador del fútbol base del equipo catalán, Oriol Tor, estaba alucinado con el futbolista y quería llevárselo a toda costa. Fue entonces cuando José Antonio llamó a Andrés: "Mira, me han llamado del Barcelona para ir a La Masía. Ir allí es como un examen y cada día tendrás que superarte para llegar a ser futbolista". El chaval le respondió muy claro. "No me quiero ir, me quiero quedar en el Albacete". Poco después cambió de parecer y dio la luz verde a su padre. El Albacete no pudo hacer nada para retenerle; un cambio de residencia posibilitó el fichaje. "Nunca olvidaré mi estancia en el Albacete. Allí di los primeros pasos como futbolista y a esta tierra, que es la mía, la llevo en el corazón. Siempre he dicho que mi segundo equipo es el Albacete", comentó un día Iniesta.

En septiembre del 96, se marcharon a la Ciudad Condal el jugador, su padre, su abuelo y su madre. "Fue junto a la muerte de mi padre el día más triste de mi vida", reconoce José Antonio. Cuando dejaron a Andrés en La Masía creían que no lo volverían a ver. La familia no podía conciliar el sueño en el hotel y el padre llegó a salir decidido de la habitación a recoger al chaval y llevárselo a Fuentealbilla. Su esposa lo convenció y Andrés empezó a cumplir su sueño de llegar a ser un gran jugador. "Fueron años muy duros porque estaba lejos de mi familia, pero en La Masía me ayudaron mucho, me trataron muy bien y logré adaptarme". A partir de ahí todo fueron éxitos. Pasó por los equipos infantiles, cadetes, el Juvenil División de Honor y el Barça B. Gracias a un gol suyo, el Barça consiguió la Nike Cup, mientras que a él le nombraron mejor cadete del mundo.

 Con 17 años firmó su primer contrato profesional y con 16, Serra Ferrer le subió para entrenar con el primer equipo. "Éste me va a jubilar a mí, pero a ti también", dijo Pep Guardiola a Xavi. Su primer partido oficial fue en la Champions, ante el Brujas; y el primero en Liga, de la mano de Van Gaal, ante el Mallorca, en la temporada 2002-03. Tres temporadas después, Iniesta ha madurado, se ha hecho un hueco en el equipo, ha logrado dos Ligas y una Champions League.

En la Selección ha pasado por todas las categorías y ha sido campeón de Europa Sub-16 y Sub-19, y subcampeón del mundo Sub-20. Y, las vueltas que da la vida, su debut con la absoluta se produjo en su tierra, hace una semana. "Nunca lo había soñado. Fue impresionante como me recibieron. Esta camiseta no se la doy a nadie, me la quedo yo porque es un recuerdo imborrable".