"Aún nos deben la prima del Mundial de Río"

Antonio Ramallets

"Aún nos deben la prima del Mundial de Río"

"Aún nos deben la prima del Mundial de Río"

rodolfo molina

Antonio Ramallets (Barcelona, 1924) fue el portero de la Selección en el Mundial de Brasil 50. Acabaron cuartos. Fue un mítico portero del Barça y un señor extraordinario.

El Gato con Alas le llamaban a usted: por un gato madrileño famoso entonces del que se decía que tenía eso, alas. ¡Un portero del Barça moteado para bien desde Madrid!

A mí la gente siempre me trató muy bien, sobre todo cuando acababan los partidos. Durante ellos me decían de todo, pero para ponerme nervioso nada más. ¡Incluso en Barcelona, los hinchas del Espanyol! El fútbol, claro

Río 1950. ¿Cómo se las apañaron para ser cuartos del mundo?

Jugando bien, que en esto no hay secreto alguno. ¿Por qué ha sido campeón el Barça de ahora? Pues porque juega bien. Nos llenó de alegría aquella conquista que con el paso del tiempo se ha ido agrandando al no haberse superado. ¡A ver si esta vez es la buena!

¿Usted cree, don Antonio?

El fútbol es sorprendente. Yo fui a Brasil de tercer portero, por delante estaban Eizaguirre, que iba a ser el titular, y Acuña. Y acabé jugando yo. El primer partido, contra Estados Unidos, lo jugó Eizaguirre, pero contra Chile me pusieron a mí y aguanté hasta 1961. Fui 35 veces internacional en unos tiempos en los que el equipo nacional jugaba mucho menos que ahora. Lo del Gato con Alas fue cosa de Matías Prats tras ese partido con los chilenos, que ganamos por 2-0

Puestos a preguntar, ¿por qué acabaron cuartos y no primeros?

Aquel equipo nuestro era muy bueno, pero llegó a Brasil muy cansado. En los partidos con Uruguay, que acabaría siendo el campeón y le empatamos a dos, y el de Brasil, que nos hizo un 6-1 mentirosillo, el equipo fue a menos en lo físico. Apenas tres semanas antes del inicio del Mundial estábamos jugando, gira por México inclusive El calor nos mató y eso que allí era invierno; ¡si es verano no volvemos ni la mitad! También tuvimos varias lesiones en pleno campeonato, fueron varios los contratiempos que nos impidieron llegar más lejos. Recuerdo cuando llegamos a Río y nos alojamos cerca del Corcovado, con aquel Cristo impresionante. Benito Díaz, que era el entrenador, nos dijo: "¡Mirad cómo nos reciben, con los brazos abiertos!". Fue todo magnífico, aunque puestos a reivindicar, la verdad es que nos deben parte de la prima por acabar cuartos.

¿En serio?

Como lo oye. Un día se lo recordé a Villar, ¡ja, ja! Nos iban dando un dinero a cuenta, pero al final quedaron colgadas 30.000 pesetas de las de entonces.

Un dinero.

¡Ya lo creo!

Los de hoy dejan de cobrar treinta mil pelas y se encadenan en Las Rozas.

Es que entonces todo era muy diferente Yo supe que me habían seleccionado por la radio. Comía en casa, un mediodía cualquiera, recién llegado de aquella gira mexicana de que le hablaba y que se organizó para ver jugadores y decidir la lista definitiva para el Mundial. De pronto, la radio dio la lista. Hasta por la noche no me llegó la citación oficial: "Preséntese con sus botas, dos pares mejor que uno". Y allí que me fui.

¿Quién era la figura de aquella Selección?

Piru Gaínza, que estaba en un momento extraordinario. El equipo combinaba muy bien técnica y fuerza. El famoso gol de Zarra a Inglaterra lo empezó Gabriel Alonso, al que le di yo la pelota, y corrió y corrió hasta mandar aquel centro que tocó Gaínza para Zarra y éste se adelantó a los ingleses. Fue el partido de la autoexpulsión de Muñoz Calero, el presidente de la Federación entonces. No se le ocurrió otra cosa que decir que habíamos ganado a la Pérfida Albion No pasaron doce horas desde que llegó una orden desde Madrid diciéndole que bueno, que lo dejara

Debió ser fuerte, sí.

¡Mucho, mucho! Como el equipo, ya le digo. Panizo era un director de orquesta extraordinario, Parra, el central del Espanyol, una delicia de futbolista

¿Y cómo les metió seis Brasil?

El que ganaba jugaba la final, pues los triunfos ante Estados Unidos, Chile e Inglaterra y el empate con Uruguay nos ponían en esa tesitura. Con 1-0 a su favor, Igoa se quedó solo ante Barbosa, el portero que sufrió después el Maracanazo, la final perdida ante Uruguay por 2-1. Igoa chutó y Barbosa la despejó con la cara, sin querer. Si les llegamos a empatar, igual hubiera cambiado la historia. Pero los brasileños, que eran un gran equipo, no desaprovecharon la oportunidad e hicieron valer su contundencia ante puerta. Pero el resultado final fue exagerado.

¿Cómo vivieron el Maracanazo?

La verdad es que no lo vimos pues a la misma hora jugamos el partido por el tercer puesto con Suecia, que nos ganó por 3-1. Yo no lo jugué, pues me lesioné contra Uruguay. Mucho se habló del gol que me marcó Varela, que si me lo tragué y tal. Y no fue así: Schiaffino, su ariete, me dio una patada tremenda en la espalda y pedí el cambio pues no podía seguir. Pero entonces no dejaban cambiar al portero y Benito Díaz me dijo que aguantara como pudiera. Fue entonces cuando chutó Varela, la toqué pero no pude impedir que se colara. ¡Y es que los uruguayos pegaban que había que verlo! No había empezado el partido y Basora, nuestro extremo derecho, ya estaba en la banda, fuera del campo. Y, bueno, lo del Maracanazo sumió a Brasil en un estado de shock nunca visto: dos horas después de acabado el partido la gente seguía en el estadio, como paralizada. Y el sambódromo vacío y los cohetes sin disparar Uruguay era de los pocos equipos capaces de conseguir lo que consiguieron; desde entonces se les atragantan casi siempre a los brasileños.

Posteriormente estuvo usted en las fases previas de 1954 y 1958, en las que la Selección no se clasificó, luego llegó Chile 62 con Kubala nacionalizado, Di Stéfano también, Suárez y compañía Usted se retiró en marzo del 62, pero conoció bien el paño. ¿Por qué con aquellos equipazos España no dio nunca la talla?

Pues porque nunca llegamos bien. Porque los demás tenían grandísimos equipos, Suecia, Checoslovaquia, los clásicos Brasil, Italia y tal. En Chile nos acabaron de matar los arbitrajes; contra Brasil nos robaron el partido. Perdimos por 2-1 y un gol lo hicieron con la mano y el otro, en fuera de juego. Ellos debían llegar a la final como fuera y llegaron.

Después vivimos Inglaterra 66, no estuvimos en los de 1970 (Brasil) ni 1974 (Alemania) Desde Argentina'78 acá, puro valle de lágrimas.

Bueno, la gran decepción fue la del 82, el Mundial que organizamos nosotros. Lo demás En 1966 nos echaron entre Argentina y Alemania, que fue subcampeona. En México 86 y en Corea 2002 merecimos jugar la semifinal, nos echaron las dos veces por penaltis habiendo jugado para ganar sin la menor duda. No hay una explicación clara del por qué España no ha sido mejor.

Dicen que nunca hubo un estilo de juego, que este es un país de clubes y no de Selección

Muchas teorías y ni una sola conclusión seria. Sólo una certeza para mí: nos falta ganar algo, ganar para creer. Y para que te respeten: el Betis no va igual al Camp Nou que al campo del Numancia, por poner un ejemplo. Ahora creo que Luis ha ganado ya el primer partido al apostar por la renovación del equipo, por chicos jóvenes. Hay que combinar calidad e ilusión, que reine el espíritu Puyol para entendernos. Con la calidad y la manera de ser de cada uno, pero con ese espíritu.

Fíjese que hablamos de Puyol, un ejemplo magnífico pero un defensa a fin de cuentas.

Hombre, mire, un Kubala no tenemos. Para mí Laszi ha sido el mejor jugador que he visto. Y después, Di Stéfano. Que tampoco hay otro, ni parecido. Kubala fue lo que es ahora Ronaldinho: la alegría, el que puso color al fútbol. De todas maneras, en esto de quien fue el mejor manda mucho el corazón, los colores. Si preguntan a los gallegos de mi época dirán que el mejor portero fue Acu si vamos a Valencia mañana dirán que hoy es Cañizares

¿Y por qué fue usted portero?

Por mi carácter individualista, tímido Creía que me manejaría mejor jugando solo y me aficioné. Pero me equivoqué, claro. Al fútbol nadie juega solo sino en equipo, desde el portero al extremo izquierda.

¿Es de Casillas o pondría a otro?

Claro que me gusta Casillas. Este año no ha estado como el anterior, pero es un gran portero. Lo mejor que tenemos son porteros, ahora y toda la vida. La cuestión está en conseguir que el equipo viva la pasión que supone representar al equipo nacional; esa es la primera premisa. Luego viene jugar bien, ser efectivo, acertar en el momento clave pues se trata de un torneo corto.

¿Qué opina sobre Raúl?

No lo veo acabado, pero su estado físico, como el de Xavi, me deja dudas. Para jugar en la Selección no basta con estar al cien por cien, hay que estar al doscientos por cien. Xavi es un hallazgo, pero lleva cinco meses parado Al equipo le digo que se quiten de la cabeza ese síndrome de cuartos de final y salgan a jugar como saben. Caer en cuartos no tiene por qué suponer un fracaso. Vamos a jugar y ver qué pasa.

Autoconvencimiento.

Siempre recuerdo mi Barça con Helenio Herrera, el de las Cinco Copas, de quien se dice fue el mejor de la historia. ¡Ojo, yo no lo digo, eh! Me parece que es difícil comparar épocas; el Dream Team marcó la suya y éste va camino de hacerlo. Me refería a que en aquella época siempre salíamos a ganar y a la gente le gustaba y se impregnaba de esa idea. Se trata de salir y ser tú, si tienes jugadores como Cesc, el mismo Xavi, Alonso, Villa, Torres, capaces de jugar, ¡qué salgan y jueguen! Y luego vemos hasta dónde llegamos. La Selección debe hacer eso, salir a ganar. Eso es marcar ese estilo del que me hablaba.

Por cierto, ¿quién fue su portero favorito?

Hubo dos: Velasco, del que recogí la titularidad en el Barça, y Sepp Maier, el alemán.

¿Y cómo usted, Zamora?

¡Ja, ja! Me halaga, pero me conformo con pensar que a mis 82 años les tengo a ustedes aquí, recordando mis tiempos.

Don Antonio, es un honor.

Pues muchas gracias.