Barcelona y Arsenal, a un palmo del cielo

Liga de campeones | Barcelona - Arsenal

Barcelona y Arsenal, a un palmo del cielo

Barcelona y Arsenal, a un palmo del cielo

enric fontcuberta

Ronaldinho y Henry, duelo de genios. Los ingleses salen de víctimas

Lo sabes si eres futbolista, si lo fuiste o si soñaste serlo. Deberías saberlo seas quien seas. Hay dos cumbres: la final de la Copa de Europa y la final del Mundial. Ahí está todo. Lo demás puedes perdértelo (bajo tu responsabilidad, naturalmente), pero resulta imposible mantenerse ajeno a esto, e importa poco que no juegue tu equipo o que no lo tengas porque las calles se vacían en algún lugar y hay gente cercana que sufre y grita. Ten corazón. Toma partido. Sal y juega.

Además, esta final es fabulosa y romántica porque remata dos hermosas historias y porque premia a dos equipos que apuestan por el buen fútbol y los chicos bajitos que lo juegan, haga sol o lluevan piedras. También, y no es poco, porque enfrenta a los dos mejores futbolistas del mundo: Ronaldinho y Henry, que no son sólo dos artistas, sino dos estilos artísticos, sambismo y elegantismo.

A partir de ahí, las cábalas. El Barça es superior, está claro. Su juego gira entre lo sublime y lo excelente, cuenta con Etoo, se paseó por la Liga y, camino de París, eliminó a Chelsea y Milán, dos candidatos. Parece predestinado a ganar la Champions y eso es precisamente lo que debería hacerle temer. Lo denominaremos el síndrome Federer: sentirte el mejor, serlo y perder.

El Arsenal llega liberado de esa presión. Y ese papel de víctima ya le dio grandes resultados contra el Madrid y la Juve. Cambiará poco. Sus jugadores intentarán asfixiar al Barça en el centro y, cumplido ese objetivo, saldrán disparados hacia Henry para recibir instrucciones. Él lo dirige todo.

Y por si tuviera poca motivación, regresa a casa. Henry nació en París y se crió en el barrio de Les Ulis. "Allí aprendí lo que es el deseo y la cólera. Mi padre me enseñó a no estar nunca conforme. Por eso no suelo festejar los goles, porque busco la perfección. Hay una enorme diferencia entre estar feliz y estar satisfecho".

Sí, también es una final de grandes frases. Wenger se las regaló a la prensa inglesa: "Cuando al principio de la temporada os hablaba de la Champions pensábais que estaba loco. ¿Y queréis saber algo?: todavía lo estoy".

A excepción de Messi, el Barcelona se presenta con el equipo de gala (tiene varios). El Arsenal recupera a Ashley Cole, con muchas opciones de ser el futuro lateral izquierdo del Madrid. También pinta en blanco el joven Cesc. Henry, Wenger, Cole, el chico Fábregas... en París se cruzan muchos amores, siempre fue así. Hablando de amores, Bergkamp se despide del fútbol esta noche.

España. La final romperá un asombroso equilibrio en la historia de la Copa de Europa, ya que españoles, ingleses e italianos han ganado los mismos títulos: diez. Y también podría servir para que España igualara a Inglaterra como el país con más trofeos continentales (28). Italia suma 27. No olvidemos nunca quién inventó este juego: los ingleses han disputado doce finales de Copa de Europa y han ganado diez.

Hay más números: el récord de Arsenal alcanza ya los 920 minutos sin goles y ambos equipos están invictos en el torneo (ocho triunfos, cuatro empates). Los sueños de unos y otros se calculan peor, pero rondan lo infinito. El cielo está a un palmo de esta cumbre.