Constructor y hombre de confianza de Florentino

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Constructor y hombre de confianza de Florentino

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Vallisoletano de 58 años, Fernando Martín ha estado con Florentino desdelas elecciones de 1995. Mano derecha del ex presidente, es dueño de la empresa Martinsa, ejercía de vocal en la junta y es un apasionado del baloncesto.

Nacido en Trigueros del Valle (Valladolid) el 30 de mayo de 1947, casado y con dos hijos, la vida de Fernando Martín tiene varias similitudes con la de Florentino Pérez. No es Ingeniero de Caminos (Martín se licenció en Ciencias Químicas por la Universidad de Valladolid) pero al igual que el ex presidente madridista sí tuvo relación con la política (llegó a ser secretario provincial de la UCD de Valladolid hasta 1982). También les une su carrera profesional, íntimamente ligada al ámbito de la construcción.

En 1983, Fernando Martín llegó a Madrid para trabajar en una empresa inmobiliaria, en la que fue subdirector, director y consejero delegado. A finales del 1991 fundó Martinsa, empresa inmobiliaria que está presente en Madrid, Galicia, Valencia, Castilla y León, Andalucía, y Baleares, que el año pasado ganó más de 145 millones de euros y que prepara su desembarco en Polonia y otros países de la Europa del Este.

Propiedades. En diciembre de 2002, adquirió el 6,27% del capital de la constructora Vallehermoso, una cifra que luego aumentó hasta el 10%. Un año después, Vallehermoso se fusionó con Sacyr y Fernando Martín pasó a controlar el 6% de la nueva sociedad. El matrimonio, sin embargo, duró poco. En 2005, Martín se desprendió de su participación en Sacyr Vallehermoso, el quinto grupo constructor español, lo que le reportó una plusvalía de 130 millones de euros. A partir de ahí inició una serie de "inversiones financieras estratégicas", como las definió él mismo, que gestiona en paralelo con Martinsa.

En esa política hay que incluir sus movimientos para controlar el 3% del accionariado de Unión Fenosa, y algo menos del 1% de Telefónica, BBVA y el Santander, para lo que ha destinado una inversión de 552 millones de euros. Además, posee el 8% del holding inversor Ibersuizas y participa en la Bodega Cepa XXI, ubicada en la Ribera del Duero. En esas "inversiones financieras estratégicas" ocupa también un lugar primordial su participación en la operación de la venta del Vicente Calderón y el soterramiento de la M-30.

Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo crearon la empresa División Inmobiliaria, sociedad a la que el Atlético ha cedido todos los derechos del estadio Calderón, y en enero de 2005 vendieron el 10% a dos empresas; la constructora Martinsa y el Grupo Andria, propiedad del alemán Marc Rich. El acuerdo incluye que la adquisición de ese 10% sea ampliable a un porcentaje mayor, que a día de hoy ha aumentado hasta el 20%. El precio del paquete accionarial inicial fue tasado entre 22 y 23 millones de euros, que ambas empresas adelantaron a cambio del futuro trueque y recalificación de los terrenos.

Influencia. Fernando Martín ha sido siempre uno de los hombres de confianza de Florentino Pérez en el Madrid. Formó parte de su primera candidatura en 1995 y repitió en las elecciones de 2000 y 2004. Pertenecía a la comisión deportiva y sus opiniones siempre han tenido peso, a pesar de que sólo era vocal en la directiva. Viaja regularmente con la primera plantilla y conoce bien a los jugadores. De nombre y apellido ilustres para la historia del baloncesto madridista, Fernando Martín es un apasionado del deporte de la canasta y va a menudo a Vistalegre. De hecho, fue el encargado de negociar con el Estudiantes el fichaje de Carlos Jiménez, una operación que al final no llegó a buen puerto para los intereses blancos.

En cuanto la Junta aprobó por unanimidad su nombramiento, Martín llamó a su casa y habló con su mujer, María Jesús, para comunicarle la noticia. Luego se quedó en el Bernabéu escuchando a Florentino. Quería que el ex presidente fuera el protagonista en su último día. Llegó a su domicilio de La Castellana antes de las 11 de la noche, donde le esperaban su familia y amigos más íntimos para darle la enhorabuena.