Alas seis de la tarde de ayer se murió el gol. Fue la hora en que dejó de funcionar el corazón de Telmo Zarraonaindia, el hombre récord del fútbol español, el león más certero en el área de la historia rojiblanca. Una década y media de delantero centro indiscutible del Athletic, con el que puso el listón imposible en goles ligueros (251), en Pichichis (seis), en dianas en una temporada (38). Se ha ido el autor del inolvidable tanto en Maracaná a Inglaterra con la selección española, el futbolista que hacía esperar a todo un tren de pasajeros para llevarle a San Mamés. Hasta que Zarra no llegaba, por tarde que lo hiciera, la máquina no arrancaba... Nadie protestaba.
La Catedral guardará el domingo un emotivo minuto de silencio en su memoria en los prolégomenos del encuentro liguero frente al Villarreal. El último fue con motivo del fallecimiento del ex presidente del club, Javier Uria, en 2003. No es una práctica común, pero la directiva que preside Fernando Lamikiz se ha decantado por tal homenaje debido al peso histórico de la figura en cuestión.
El mito, que curiosamente no ha tenido a la luz un busto en Lezama hasta hace unos meses, falleció a los 85 años al no superar un infarto en su domicilio de Bilbao. Zarra, natural de Asua, no pudo jugar la partida de cartas de todos los días con el único superviviente que ahora queda de la delantera por antonomasia, su vecino de escalera Rafael Iriondo. Primero, murió Panizo (1990), después Venancio (1994) y más tarde 'El Gamo de Dublín', Gainza (1995), a quien muchos consideran el mejor león de todos los tiempos. Como mínimo, es el más laureado. Ayer, en uno de los momentos deportivos más difíciles de la historia del club, falleció Zarra, quien remataba todos sus precisos centros.
Zarra, quien había sido ingresado por enfermedad varias veces en los últimos años, era algo más que un mito futbolístico. Vivía a caballo entre Bilbao y la localidad riojana de Ezcaray, aunque tuvo su residencia hasta hace un tiempo en Mungia. Su humanidad había calado hondo en la afición rojiblanca, aunque dosificaba por su estado sus apariciones públicas. Una de las más recordadas fue la de la inauguración del Museo de San Mamés, en el que se retrató con José Angel Iribar, la otra gran figura del Athletic que permanece viva.
El club rojiblanco manifestó a través de su web oficial su pesar por el fallecimiento y ofreció su "más sentido pésame a todos los familiares y llegados del que fuera futbolista del Athletic en la década de los años 40 y 50". "Con Zarra se va uno de los grandes hitos del Athletic Club, uno de los nombres míticos ineludibles en nuestra larga y fecunda historia", glosa la entidad de Ibaigane en su nota.
"Desde pequeños todos los rojiblancos sabemos de Zarra que era el que marcaba los goles, pero es de adultos, al detenernos a analizar su trayectoria, cuando entendemos que nos encontramos ante un futbolista de escala internacional, un futbolista al que el paso del tiempo no sólo no diluye su figura sino que por el contrario la engrandece", añadió con sentir. "Zarra, hombre récord y a la vez hombre de club, estrella internacional (recordemos su Mundial de Brasil 50) y compañero querido... Zarra ejemplariza como pocos la esencia del Athletic Club", concluye la nota.
El funeral por su alma será el próximo lunes en la Basílica de Begoña. El fax echó humo en Ibaigane. Real Madrid, Atlético, Valencia, Racing y Sevilla fueron los primeros en llegar.
