Gento y Cicinho

"Hay que sentenciar al Arsenal en el Bernabéu"

Coinciden en el Bernabéu el pasado más glorioso y el presente más prometedor. La zurda de Gento llevó el dorsal 11 a la mitología del Madrid. Ahora, Cicinho quiere recoger su testigo. Les separa toda una demarcación, pero les une la velocidad endiablada, la pegada y la precisión en el centro.

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"Hay que sentenciar al Arsenal en el Bernabéu"
HELIOS DE LA RUBIA DIARIO AS

Han hecho de la banda un modo de vida futbolístico. La primera estación del encuentro tiene lugar en el vestuario. Allí esperan Gento y sus seis Copas de Europa a la espalda. Aparece Cicinho. Se estrechan la mano. Los ojos del brasileño brillan de admiración...

Gento: ¡Muchacho! Tenía ganas de conocerte. ¡Me has sorprendido! Vas a jugar muchos años en el Real Madrid.

Cicinho: Es un honor. En Brasil le colocan a usted a la altura de Di Stéfano en un Madrid glorioso. Dicen que en el campo sólo alcanzaban a verle el 11.

(Cicinho se fija en la equipación antigua que tenemos preparada para el reportaje).

Gento: Estas son las últimas que se puso Di Stéfano para jugar. Hace poco las expusieron en el museo...

Cicinho: ¡Vaya con los tacos! ¡Son de hierro!

Gento: Lo malo no era eso. Fíjate en el balón. Yo llegué a jugar con uno que tenías costuras. Cuando llovía era casi imposible levantarlo del suelo.

(Todavía en las entrañas del Bernabéu, AS le pregunta a Gento si se ve reflejado en Cicinho).

Gento: Somos distintos. Yo era más rápido que Cicinho. Centraba desde el palo (banderín), hacia atrás... Yo me parecía más a Roberto Carlos cuando se va por la banda. Cicinho tiene más calidad y facilidad de pase y de juego que yo. Tiene buena visión de juego...

Cicinho: Mi gran rendimiento en el Madrid se lo debo a mi sociedad con David. Me ha ayudado bastante. Cada día nos entendemos mejor. Lógicamente, una parte del éxito que yo estoy teniendo es culpa suya.

Gento: Tú tienes que aprovechar eso. A mí me pasó igual con Rial. Beckham puede ayudarte y viceversa. Rial y yo hacíamos las jugadas, pero él tenía su zona y yo tenía la mía. No nos juntábamos, como vosotros. Por cierto, ¿cómo eliges el momento para irte al ataque?

Cicinho: Según el movimiento que hace el equipo, depende de si tengo que hacer marcación o de si el otro lateral apoya. A veces veo que la jugada fluye por el lado izquierdo y aun así, subo para dar oxígeno en ataque. Entonces es cuando la buena visión de mis compañeros me ha ayudado mucho y gracias a Dios ahí están los resultados.

Gento: Pero veo que le doblas más por fuera que por dentro.

Cicinho: No tengo dificultad en doblar por fuera o por dentro. Pero Beckham juega muy abierto, por lo que quiere el entrenador, y es más habitual que le doble por dentro. Además, lo prefiero, porque si consigues pasar a uno o dos jugadores te plantas delante del portero.

Gento: ¡Se te ve con descaro, muchacho, eso me gusta...!

Cicinho: No puedo ocultarlo, tengo el gol en la cabeza. ¿Sabe? Yo empecé a jugar al fútbol como Ronaldo, en el Botafogo.

(Gento pone cara de haber visto un fantasma... La comitiva comienza a andar en dirección al túnel de vestuarios.)

Cicinho: (Risas). No, tan bien como Ronaldo no. Sólo como delantero, jugaba como delantero. Después fui retrasando mi posición hasta ser lateral.

Gento: Ronaldo, cuando está bien, por la velocidad y la facilidad de gol, es el mejor del mundo. Si no pelea y mete goles, también sirve. Es el mejor delantero que he conocido.

Cicinho: Yo estoy sorprendido también por el progreso constante de Robinho. Ahora le veo con la misma alegría que tenía cuando jugaba en Brasil.

Gento: Va a ser un gran jugador. Tiene cosas muy buenas y encima la pega bien, es goleador. Va a hacer historia en el Madrid. Un jugador así no se encuentra todos los días. Los últimos que llegaron al Madrid fueron Zidane y Ronaldo. Como tú. Tú puedes ser de los mejores. No sabía que tenías esa técnica. ¡Cómo entras, cómo encaras hacia delante! No es eres un hombre que juegue hacia atrás o hacia los lados. Te vas bien de los contrarios. El otro día metiste un golazo.

(A ambos les aguarda una sorpresa antes de subir las escaleras. La Copa de Europa. No lo dudan y la sacan al campo mientras siguen conversando).

Gento: ¡Cómo ha cambiado el túnel! En mis años no había separación. Los visitantes y los locales salíamos mezclados. Y no te creas, más de una vez nos liamos a puñetazos.

(Ya en el césped, Gento respira hondo, como inspirándose en los recuerdos, mientras observa el Bernabéu vacío).

Gento: Además de las seis Copas de Europa conseguí 12 Ligas. Tuve buenos compañeros. Aprendí mucho, porque llegué con 19 años. Fui poco a poco. Puskas, Di Stéfano y Rial fueron mis maestros. De repente me vi en el Madrid, con unas figuras mundiales, y estaba asustado. Me costó año y medio hacerme con el puesto de titular. Rial me ayudó mucho. Él jugaba mucho con el extremo, sabía meterme el balón al hueco y así aprovechaba la velocidad.

Cicinho: Me han comentado que jugó usted 18 temporadas seguidas. ¿Y no perdió la velocidad con el paso del tiempo?

Gento: La perdí, pero lo bueno es que fue muy poco a poco. Ten en cuenta que cuando me retiré, con 38 años, aún me querían el Valencia y el Español.

(¡Señores, tienen ustedes la Copa de Europa delante!).

Gento: Bueno, chaval, ¿Cómo ves la eliminatoria con el Arsenal? No podéis fallar.

Cicinho: Hay que jugar con espíritu de vencedor. La idea es sentenciar en el Bernabéu para viajar con tranquilidad a Inglaterra. No podemos descuidar el sistema defensivo, hay que jugar con cabeza, porque tienen buenos atacantes. También tienen un sistema defensivo fuerte y Henry es un jugador que desequilibra. Habrá que tener un cuidado especial con él.

Gento: Así es como salíamos nosotros, a sentenciar en el Bernabéu... ¿Sabes cómo preparábamos nosotros los partidos de Europa? Con la garra que jugásteis ante el Zaragoza. Eso lo lleva uno dentro. Nos salía la lucha en los partidos importantes. En la época de las cinco Copas seguidas y en la que se ganó después. Quizá ese espíritu se ha perdido ahora en un Madrid que tiene más calidad.

Cicinho: Quédese tranquilo. Vamos a honrar el pasado de la entidad ganando la competición. El Real Madrid, con la grandeza que tiene, siempre es favorito, y eso se tiene que notar en el campo. Sabemos que es difícil, pero no imposible. Tenemos las condiciones necesarias. Ronaldo, David, Robinho, Zidane... Estoy seguro de que van a aparecer.

Gento: No olvides esto: cuando nos sentábamos en el vestuario, antes de saltar al campo, nos mirábamos unos a los otros y sabíamos que íbamos a ganar. ¡También existe el Espíritu de la Champions! ¿Sabes?

cicinho: La eliminatoria ante el Zaragoza nos ha mostrado a los nuevos los valores del Madrid. El espíritu y la garra que hay que enseñar. Aunque no pasamos, nos sentimos vencedores. El presidente nos agradeció lo que habíamos hecho en el vestuario, el entrenador también...

Gento: Florentino está haciendo las cosas muy bien. Sabe por dónde anda. Es un presidente que nos ha venido caído del cielo. Como pasó en su época con Bernabéu. Son dos presidentes fenomenales.

Cicinho: El Madrid es grande...

Gento: Aprovéchalo. Disfruta del fútbol. Sé feliz y gana mucho dinero con lo que hagas en el campo.

Cicinho: Ha sido un honor, señor. Saldremos con la misma mentalidad que ante el Zaragoza.

(Ambos se intercambian las camisetas firmadas. En un gesto paternal, Gento despide a Cicinho con dos besos).