Henry y el vídeo de Ian Wright

Liga de Campeones | Thierry Henry

Henry y el vídeo de Ian Wright

Thierry Henry llegó a Highbury en el verano del año 99. Y enseguida comprobó que el 'perfume futbolero' que se respiraba en aquel barrio de Londres era especial

Lo primero que le entregó el club en el vestuario del vetusto estadio fue un vídeo con todos los goles de Ian Wright. La película se llamaba 'ReWRIGHTing the record', un juego de palabras, que escribía y mostraba la historia reciente del Arsenal con un aluvión de goles. Wright era el goleador más glorioso de la historia del Arsenal. Y a Henry le vieron con hambre, con cara de aceptar retos. Le dijeron: Toma, y echa un vistazo. Conoce a un grande, a un héroe de verdad. A un tipo que ha marcado 185 goles con la camiseta de los 'gunners'.

A Henry le iba la marcha. Así que esa misma tarde llegó a su casa y se puso el festival Wright. Cuando el contador caminaba por el gol número 150, Henry pensó: *Cuándo acaba este tipo de marcar goles?. Terminó al llegar al número 185. Henry se puso manos a la obra. Y el pasado 18 de octubre fulminó su récord. 'Wrightie' le dijo en una ceremonia emotiva en Highbury, de esas que sólo saben organizar los ingleses, que para él era un honor que Henry batiera su marca de goles.

Si tenía que ser alguien, que mejor que Henry. Confiesa Henry que le hubiera gustado coincidir con Wright o con Anelka en el Arsenal. Pero donde realmente disfruta es con Francia. Pero con la Francia de verdad. Con Thuram, Makelele y Zidane. Suele contar Henry, que con ese repóker al lado es todo más fácil. No hay enemigo con ese plantel.

Henry se presenta mañana en el Bernabéu con el deseo de demostrar que él también es un grande. Un número uno. Llega como capitán. Desde que Wenger le puso el brazalete al marcharse Vieira, Henry tiene el poder del Arsenal. El decide si visten con manga corta o con manga larga. Pero su opinión no es tan estricta como lo que vivió en su etapa de la Juventus.

En Turín, contó un día Henry en France Football, que nadie se levantaba de la mesa después de comer hasta que el capitán, Antonio Conte, daba permiso. Hoy los tiempos han cambiado y en este Arsenal adolescente, con Senderos, con Cesc y Van Persie, hay libertad para abandonar el comedor al término de cada almuerzo o cena. Henry, en cambio, sí aprieta y cuenta con peso específico en las oficinas.

Y para seguir en el nuevo Emirates Stadium el año que viene, el nuevo recinto construido al lado de la estación de metro de Arsenal, también opina sobre los nuevos fichajes de jóvenes aspirantes. Henry intentará mañana marcar un gol y celebrarlo formando con sus dedos la T mayúscula, en honor de su hija Tea, nacida a finales del pasado mes de mayo.

El Arsenal es un club especial. Diseñado por Arsene Wenger a su medida. Su Ciudad deportiva, sita en Saint Albans, es casi clandestina. Los taxistas no saben llegar a ella. El desvío en una cuneta puede provocar un accidente si el conductor no conoce la entrada. Es una instalación escondida, en plena campiña, sin carteles anunciadores, sin señales de tráfico. Allí la prensa no puede entrar.

Dicen quienes le conocen bien, que Thierry Henry si tiene ganas, si le apetece y está motivado, puede 'reventar' la eliminatoria. Pero todo el mundo es consciente, él el primero, que sin Lauren, Campbell y Cole, con una defensa de imberbes, no es tan fácil sorprender a un Real Madrid, que de la mano de López Caro ha comenzado a ser tomado en serio en Europa.