Se acerca la hora de la Champions, de la eliminatoria frente al Chelsea, y la confianza y la euforia con las que se encajó el sorteo que unió al Barça con el campeón inglés se han tornado ansiedad y preocupación. O, cuando menos, desconfianza.
El juego del Barcelona no está resultando tan vistoso y efectivo como hace apenas un mes y las ausencias por lesión o sanción de algunos de sus jugadores más importantes han desafinado notablemente la orquesta que completó una primera vuelta abrumadora.
La eliminación copera frente al Zaragoza y las dos derrotas consecutivas en Liga (algo que no ocurría desde diciembre de 2003) demuestran que el cuadro blaugrana atraviesa por un bache del que aún no se conoce el final; habrá que ver que ocurre la próxima jornada liguera frente al Betis. En cualquier caso, no parecen buenos augurios para afrontar la próxima eliminatoria europea en apenas diez días.
Menos mal que el Chelsea tampoco atraviesa por su mejor momento; la derrota del pasado sábado frente al Middlesborough, la tercera derrota de Mourinho en la Premier League (la primera por más de dos goles), abre sin duda una ventana a la esperanza. No deben ser tan invencibles si los gana hasta el "Boro".
Pero, ¿Cómo se gana al Chelsea? Publica hoy "The Sun" que Frank Rijkaard llamará a Steve McLaren, el técnico del Middlesborough, para conocer el secreto, el sistema o la estrategia que permitió al modesto equipo de Gaizka Mendieta golear al todopoderoso Chelsea.
Según el tabloide más vendido de las Islas, Rijkaard se quedó "pasmado" ante la derrota de su próximo rival en la Champions e incluye unas declaraciones del entrenador del Barcelona en las que asegura que llamará a su colega inglés para pedirle consejo.
También contará con el informe de Henk Ten Cate, su ayudante, que estuvo en las gradas del estadio de Riverside y presenció el tres a cero de los de McLaren sobre el equipo de Roman Abramovich.
Habrá que ver si lo del Chelsea tan sólo ha sido sólo un accidente ( dice Mourinho que fue causa de la relajación) o si se trata, como en el caso del Barcelona, de una racha negativa de incierta duración.
