A Pepe Murcia no le asusta el Camp Nou y el domingo planea seguir con su estrategia de ataque masivo a la antigua usanza. El técnico cordobés va a saldar la baja de Mateja Kezman de la forma más valiente posible.
La variación pasará por adelantar la posición de Maxi Rodríguez como segundo delantero, introducir a Galletti en la derecha y mantener la apuesta del equipo con un solo mediocentro. La ecuación Murcia en el Camp Nou se soluciona con un total de cinco jugadores atacantes (Torres, Maxi, Ibagaza, Petrov y Galletti), un medio centro destructor y los cuatro defensas; un esquema propio casi de otra época. El entrenador rojiblanco seguirá fiel a sí mismo. Más aún, después de que el Barça perdiera el domingo de una tacada a Ronaldinho y a Edmilson.
Murcia quiere seguir explotando la velocidad y que Ibagaza siga teniendo cuatro opciones de pase en ataque. Además, sabe que es posible que al Barça le cueste más mantener la posesión de balón con las bajas que tiene. Ante eso, nada de esperar. Presión arriba y salida fulgurante.
Intensidad.
En el entrenamiento de ayer se vio que los rojiblancos serán agresivos. En un par de ocasiones los técnicos tuvieron que pedir tranquilidad en la sesión después de alguna entrada dura: "¡Hay que tener intensidad, pero no olvidemos que estamos entrenando!", se pudo escuchar en el Cerro del Espino. Murcia ha optado por acercar más al área al que está siendo su hombre más clarividente a la hora de ver portería. Maxi lleva seis goles y saldrá motivado porque todavía no le ha marcado al Barcelona.
El equipo sigue cojeando a balón parado
Un defecto que sigue arrastrando el equipo es el lastre de las jugadas a balón parado, con especial atención a los córners. Los rojiblancos han encajado cinco goles tras un saque de esquina, dos tantos después de un saque de una falta, más otros tres que les han hecho de falta directa. En total 10 goles en jugadas a balón parado, los dos últimos el domingo ante el Depor. El Barcelona cuenta con buenos rematadores en esas jugadas como Larsson o Márquez.
