No quedan peritas en dulce en la Copa. Eso hace tiempo que se acabó. La última se la comió el Barça en y ante el Zamora. Desde entonces, y en muy poco tiempo, el torneo del KO se ha convertido en un quebradero de cabeza para Frank Rijkaard y su tropa. La semana pasada, en La Romareda, el Zaragoza le ponía al Barça los pies en el suelo. De golpe. 4-2 fue el resultado. Se cortó de raíz lo que parecía una racha inacabable de partidos ganados para disparar el famoso cagómetro, que hace días que funciona en el complejo mundo azulgrana.
Rijkaard tiene sus motivos. Desde que llegó hace tres años, el técnico holandés no sabe lo que es superar una eliminatoria ante un rival con cara y ojos. Su primera temporada (2003-04) lo apeó de la Copa el mismo rival de esta noche. En la UEFA (el Barça no jugó aquella temporada la Champions), fueron los escoceses del You'll never walk alone, el Celtic, los que le invitaron a salir de la competición.
Sigamos. El año pasado, en Europa, volvió a pasar lo mismo. Fue el Chelsea el que acabó con el eterno sueño de los culés, que volvieron a cambiar el archiconocido aquest any sí (este año sí) por aquest any, tampoc (este año, tampoco). Bueno, como siempre. Lo de la Copa fue más triste: la modesta UD Gramenet se encargó de apear a Ronaldinho, Deco y al resto de la plantilla de oro.
La pareja.
Y el Zaragoza de Víctor quiere seguir con la tradición. Lo tiene todo de cara, la verdad. El técnico aragonés planea para esta noche jugar a la contra utilizando la velocidad de Ewerthon y de Diego Milito. La pareja será lanzada desde atrás y desde las bandas por Óscar y Rubén Gracia, Cani, mientras que por el centro pelearán Zapater y Celades. Rijkaard deberá contener las acometidas, a la vez que sólo les valdrá atacar. Para lograr lo primero la figura de Carles Puyol será clave en el eje de la defensa culé, mientras que para lo segundo las estampas de Deco, Messi, Larsson y Ronaldinho serán determinantes.
Huele a partidazo. De los buenos. Y lo mejor de todo es que los dos ya conocen al rival de semifinales: espera un Madrid tranquilo y hambriento.
Gabri no se moverá del Camp Nou esta temporada
"Quería tener más minutos después de un año difícil en el que he encadenado varias lesiones, pero al final decidí seguir en el Camp Nou y luchar hasta el final por jugar". De esta manera confirmó Gabriel García de la Torre, Gabri, su intención de seguir en Barcelona hasta final de temporada. El futbolista catalán, que acaba contrato el próximo 30 de junio, declinó irse al West Ham United, entidad que lo pretendía y que le ofreció un contrato por cuatro temporadas. "Cambié de opinión cuando vi que toda la gente que me quiere y me aconsejaba coincidía en que no me fuera. Los jugadores tomamos decisiones de forma impulsiva, sin pensarlas muy bien", reconoció el centrocampista, que esta noche verá el partido desde la grada. En las próximas semanas se decidirá su futuro. Gabri tiene confianza en que el Barcelona le sea fiel y le haga una interesante oferta para seguir de culé.
