Lo importante era participar

Copa del Rey, cuartos (vuelta) | Barcelona 2 - Zaragoza 1

Lo importante era participar

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AS

Más intensidad no pudo haber. En un duelo copero por excelencia, con pasión y polémica que por una vez enfadó a los azulgrana, el tanto de Óscar convirtió en imposible la remontada con 10 que pretendían los de Rijkaard.

El Barça salió tan enchufado que casi electrocuta de primeras al Zaragoza. En diez minutos, tres ocasiones. Dos de Messi, en especial cuando tiró con la zurda a los 9 minutos, y otra de Deco, cuya falta se le escapó a César. Era la culminación del acoso. Rondo, búsqueda de espacios abiertos entre la telaraña rival y un Ronaldinho pletórico, alma del equipo, 'torcedor' desde el césped para contagiar al 'soci' del Camp Nou.

El Zaragoza, como en la ida, esperó al oponente, con orden, y trató de buscar la velocidad de Diego Milito. Pero con Puyol no hubo el chollo de La Romareda.

Los azulgrana, sin Larsson en el once ni Maxi López convocado (sin son tan malos, el que estén sólo se entiende desde una visión gaspartiana del asunto), continuó con sus bajitos maravillosos, Messi y Giuly (uno a la izquierda, el otro en la diestra), aunque sin fortuna ante el gol, lo que necesitaba el conjunto para creer en la remontada.

Seguían las ocasiones. Increíble doble error de Márquez (20'), falta ajustada de Ronaldinho, cabezazo posterior del brasileño y hachazo con amarilla de Gaby Milito a Messi (entre argentinos anduvo la cosa).

Bajó un tanto a la tierra el Barça cuando Cani puso a prueba a un suplente, Jorquera, cuestionado por los goles de hace una semana. Soberbia intervención (29') la suya a un disparo duro, y con pinta de ganador, y la eliminatoria que se mantenía remontable. No obstante, Víctor Muñoz, que se las suele apañar siempre bien ante el Barça, dispuso los mismos puñales y Ewerthon tuvo el 0-1 a los 32 minutos si no llega a ser por otra excelente parada de Jorquera.

El árbitro, protagonista

Con eso, el Zaragoza apaciguó a los culés, mal dirigidos por Edmílson (y no es la primera vez) y sin acierto en la suerte de los libres directos, que Rodríguez Santiago, el del silbato de Montjuïc ante el Madrid, pitó con reiteración. Ese tinte casero del arbitraje quedó rotundamente desmentido cuando echó por roja directa a Ronaldinho tras un pisotón que pareció merecedor de amarilla. Va a resultar que este colegiado es... del Espanyol.

Pañuelos blancos y ese recuperado victimismo histórico jalearon al Camp Nou para tratar de no perder la eliminatoria pese a todo. Dicho y hecho. Gol de Messi de cabeza a pase de Giuly tras una asistencia medida de Deco. Así es el fútbol. El tanto, ante diez.

En la segunda parte la tensión se cortaba con un cuchillo de pollero. Toledo lo apreció y se pasó con una entrada a Gio. Esto calentó más al público, como al poco con una obstrucción de Ponzio a Messi, el mejor de largo, el que le dio un gol hecho a Giuly (50'). Después, tiro al palo de Iniesta y quite del perdón a Ponzio, que pudo ver la segunda amonestación por una zancadilla a Deco.

La pañolada crecía. Y es que sienta mal cuando los vientos arbitrales pasan a ser huracanados en contra, algo a lo que ya no están acostumbrados los culés desde su podio de supuesto mejor equipo del momento desde hace meses.

El milagro de la remontada quedó anulado por el efecto Óscar, que con un golazo de 'crack' enmudeció al estadio. Antes pudo haber sido Diego Milito en una contra. Pero 1-1 y la salida de Larsson y Van Bommel como último recurso, más a la desesperada imposible.

El cerco se estrechó, con Deco, un jugón del 'pinball' (esos disparos buscando el rechace), al ataque. Y Larsson. Y casi todos. Bien César, bien la zaga maña (por aragonesa y por mañosa). El 2-1 llegó a los 92', al aprovechar el sueco un balón suelto. Para colmo, Rodríguez Santiago pitó antes de tiempo.

Total. Que Zaragoza-Real Madrid en semifinales. El Barça ya no aspira a la triple corona. Sin Ronaldinho ni Etoo no lo es mismo. ¿Verdad?