Villa visita a los enfermos

Al final, juegan todos. BIanchi podrá contar con sus enfermos ante el Valencia, aunque seguramente Gabi, el más afectado por la gastroenteritis, se verá relegado al banquillo. Así que estar, están. El cómo ya es otra cuestión. Los doctores hablan de un 70 por ciento y están convencidos de que varios no podrán completar los 90 minutos. Por eso, el técnico tendrá que estudiar muy bien quién juega para no acabar arrastrándose los últimos minutos, lo que, por otra parte, también hace sano.

Mientras el Atlético se halla inmerso en una vorágine increíble de desgracias y errores, en el Valencia todo es placidez y buenas caras. Quique parece haber encontrado ya la tecla adecuada (que tampoco estaba tan escondida: galones para Aimar y a disfrutar) y el equipo es una máquina. En las últimas seis jornadas, cinco triunfos y un empate. La sensación es que, sin competición europea de por medio, puede ser el principal rival del Barça, suponiendo que su reino sea de este mundo, claro.

El principal foco de atención deportiva será el encuentro entre Fernando Torres y Villa. El Guaje lleva diez tantos y ha tomado el relevo de un Niño en horas bajas como máximo goleador nacional. El debate sobre cuál debe de ser titular en la Selección está abierto, aunque algunos pensemos que tendrían que serlo ambos, y eso da un extra de morbo a un duelo ya de por sí magnífico entre dos fabulosos delanteros.

Mal rival.

Cuando estás enfermo, hay visitas agradables y otras de pesadilla. El Valencia es de las segundas, más el cura que da la extremaunción que tu abuela con bombones. Villa, Aimar, Vicente... Mucha artillería para un Atlético frágil y con problemas de identidad. Sin embargo, la defensa ché no impresiona. Marchena y Albiol pueden sufrir si Ibagaza está inspirado y Petrov, centrado. Las opciones rojiblancas pasan por que Torres encuentre socios. El habitual, Kezman, se ha recuperado en tiempo record de su operación de menisco, pero será suplente.

Partido claro para el Valencia ante un rival que lleva ocho partidos sin ganar y tiene catorce jugadores a medio gas. O no. Porque, con todo en contra y sin presión, es cuando funciona el Atleti. Que se lo pregunten al Barça, que sólo ha perdido con él. Es su extraña naturaleza.

La plantilla puede hacer esfuerzo pero recupera mal

El Atlético volvió a entrenarse con suavidad ayer, por lo que no ha podido completar ninguna sesión medianamente exigente en toda la semana. Tras media hora escasa en el gimnasio, los jugadores estuvieron una hora sobre el campo, tocando un poco de balón y jugando un partidillo a medio campo. Pese a tratarse de un trabajo muy leve, los enfermos no se separaron de sus botellas de agua o bebidas isotónicas y dieron síntomas de cansancio. El doctor José María Villalón siguió el entrenamiento con todo detalle y lo que más preocupa a los médicos es la pérdida de peso que aún arrastran los jugadores, ya que éstos podrán realizar esfuerzos con cierta normalidad, pero tendrán serios problemas para recuperarse después. Racionar las fuerzas será la clave para el partido de esta noche.