Miguel Jones Castillo (27-10-1938) nació en Santa Isabel (Guinea Ecuatorial) y llegó al Atlético de Madrid en la temporada 1959-60. En el club colchonero disputó 80 partidos de Liga, en los que hizo 28 goles, además de 31 encuentros de Copa (15 goles) y 18 enfrentamientos en competiciones europeas, en los que hizo siete tantos.

Fernando Daudick fue su descubridor y lo repescó del equipo universitario de Económicas para llevárselo al Baracaldo. Las condiciones físicas del guineano hicieron de él un todoterreno que igual hacía las labores de destrucción, que galopaba por la banda o hacía de ariete goleador. Permaneció ocho temporadas en el Atlético y su carácter ganador le permitió ser todo un ídolo en el Manzanares, logrando sus mayores éxitos entre el año 1960 y el 63. Allí coincidió con su amigo Luis Aragonés y obtuvo una Liga (1965-66), tres Copas (1960, 61 y 65) y una Recopa (1962). Tras retirarse en 1967, el gusanillo lo devolvió a la máxima competición, esta vez en Osasuna.