Se cumplió en todos sus términos lo adelantado por as.com a las 11:55 horas de la mañana de este domingo, en información contrastada por fuentes del diario AS, en concreto por Tomás Roncero y Óscar Ribot. Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, oficializó a las 21:30 la anunciada destitución del técnico brasileño Vanderlei Luxemburgo, que recibió la noticia por teléfono.

Juan Ramón López Caro, del Castilla (que hoy ganó por 0-1 al Nástic en Tarragona), es el nuevo entrenador 'puente' hasta dar con la figura emergente de un preparador de mayor 'curriculum' para manejar la primera plantilla. Contactado y todo su agente ya, Ginés Carvajal.

De hecho, López Caro y los jugadores convocados del filial que viajan este lunes a Atenas (10:00) con el primer equipo para enfrentarse el martes al Olympiacos en un intrascendente encuentro de Liga de Campeones, volaron hacia Madrid desde El Prat mientras el resto de la expedición lo hacía en autocar.

El escenario de otra decisión vital para el devenir de la entidad fue el habitual, la sala de prensa del estadio Santiago Bernabéu, en cuyo despacho de juntas se confirmó poco antes lo ya acordado y transmitido a Luxa desde las 10 de la mañana en Valdebebas a cargo del vicepresidente Emilio Butragueño y el director deportivo Arrigo Sacchi: adiós y muy buenas. La junta se lo comunicó al brasileño esta tarde por teléfono. Florentino no estuvo presente en la reunión matinal por un compromiso personal ineludible en la sierra madrileña. Sí se vio con aquellos, más Ramón Martínez, antes de la reunión de la directiva.

También por teléfono, Emilio Butragueño le había ofrecido al técnico brasileño participar en la Junta, pero Luxemburgo declinó la invitación.

Ni un año

No se va solo Luxa. Se lleva de la mano a todo el clan brasileño tras un nuevo fracaso deportivo de un entrenador del Madrid con Florentino Pérez de máximo dirigente. A saber. Vicente Del Bosque, Carlos Queirós, José Antonio Camacho, Mariano García Remón y Vanderlei Luxemburgo, quien no ha llegado a cumplir un año.

El vicepresidente del Real Madrid Emilio Butragueño dio, a continuación, la cara ante la prensa en un discurso dirigido a tranquilizar al madridismo.