Ya es grande de Europa

Al Villarreal no se le atragantó su visita a Manchester y salió con todas sus opciones de seguir haciendo historia en la Champions intactas, ya que se mantiene invicto y le bastaría un empate en la última jornada ante el Lille para pasar a octavos de final. Teniendo en cuenta que toda la población castellonense no llenaría Old Trafford, el punto arrancado allí debe saber a gloria pues no todo el mundo le habla de tú a tú sobre el campo a un grande de Europa, al que además a ratos le dominó sin complejos, y encima sale como líder de su grupo. Un diez para los de Pellegrini que, sin sus estrellas, hicieron el partido que la noche exigía. La clase media de los de El Madrigal se reivindicó y demostró que este grupo es más que Román y Forlán.

Los primeros minutos del Manchester invitaban al Villarreal a irse a casa, a sacar la bandera blanca y dar el tema por zanjado porque en tres minutos Rooney fabricó tres claras ocasiones que podían haber desmontado a cualquiera. Pero Barbosa sostuvo a los suyos y conforme la zaga se fue acoplando, se sacudió el torrente rojo que se le venía encima. A cambio de apuntalar la zaga, los de Pellegrini prescindieron de atacar, pues el centro del campo reforzaba más su retaguardia que otra cosa. Ahí Tacchinardi mostró su jerarquía y fue la principal ayuda para sus defensores, que no podían relajarse un segundo porque en cuanto Rooney recibía con espacios, aceleraba el juego.

Si el Manchester apostaba por hacerlo todo en quinta marcha, los amarillos iban a lo suyo, teniendo la máxima posesión posible y buscando huecos con paciencia. Pero en el primer acto no hubo posibilidad de susto porque Rio Ferdinand sacó sus galones.

En la reanudación, el Villarreal demostró que había aprendido rápido y dejó la salida en tromba local en una sola llegada al área, cómo no de Rooney, que se perdió en regates. Mejor para los amarillos, que ya no dieron muchas más concesiones y se hicieron los amos del encuentro, trabándolo al máximo. La zaga se juntó a la medular y así los de Ferguson ya no encontraron espacios. Eso y que el balón pasó a ser para los españoles. El toque era el arma para hacerle daño al Manchester. Lástima que la buena intención de los de La Plana no fuera suficiente para crear peligro. Faltaba por superar sólo el arreón final, pero ese examen también se pasó con nota y los amarillos escribieron una nueva página brillante en su historia, a la que le resta sólo que el último capítulo ante el Lille se salde con victoria.