Deco demuestra que hay divisiones en el vestuario

Los que aseguraban que el mal inicio del Barça en la Liga (otra cosa es la Champions) no había provocado tensión en el vestuario del Camp Nou se habrán sorprendido de las duras declaraciones, en Portugal, de Deco. Sin embargo, para los que venimos defendiendo que algo se cuece en el Camp Nou (ver AS de 26 de septiembre y de 6 de octubre), las palabras del internacional lusobrasileño no han sido una sorpresa.

Las razones por las que el vestuario culé no pasa por un buen momento son varias. La primera fue la económica, tras la política de renovaciones de Joan Laporta con siete jugadores hasta 2010. Se les amplió contrato y se les incrementó la ficha a los galácticos del presidente, y eso motivó que los no agraciados se rebotasen, sobre todo después de comprobar la baja forma de algunos de los elegidos. Ese menosprecio produjo malestar entre quienes no tuvieron regalo.

El segundo problema se da entre las propias figuras. La decisión de Frank Rijkaard de sentar a Ronaldinho y a Deco, las críticas a éstos por parte de Johan Cruyff y los elogios para Samuel Etoo, han provocado que el ambiente en el vestuario no sea el mejor.

Larsson.

El Borussia Dortmund pretende que el Barça le ceda por seis meses al delantero sueco Henrik Larsson, para cubrir la baja por lesión del checo Jan Koller. Hans-Joachim Watzke, su director general, lo justificó así ayer: "Podrá preparar mejor el Mundial, ya que en el Barcelona es sólo suplente". Ahora el jugador tendrá que decidirse.

El club prepara un recurso contra la sentencia de 'levantar las alfombras'

Los servicios jurídicos del Barcelona están preparando un recurso legal contra la decisión del juez de la Sección 15ª de la Audiencia Provincial de Barcelona, que ha condenado al club azulgrana a facilitar a los socios demandantes (Francesc Gordo y Albert Blanch) el acceso al acta de la asamblea general ordinaria del 22 de agosto de 2003, así como la de la due dilligence, encargada por la directiva cuando asumió el mandato del club. En pocas palabras: lo que vulgarmente se llama levantar las alfombras sobre la etapa de Joan Gaspart al frente del Barcelona. La actual directiva tiene hasta el jueves para presentar dicho recurso, que sería de casación: cuestionar la decisión del juez por no ajustarse a jurisprudencia. En el caso de ser presentado, su admisión o rechazo debería decidirlo un tribunal superior. Ayer, en diversos medios, Gaspart declaró que no le importa "porque así se demostrará que no hubo nada irregular en mi gestión al frente del club". -R. Romero