NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Yo digo | Emilio Butragueño

Fue como jugar en Sevilla...

Emilio Butragueño
Actualizado a

Lo ocurrido aquella tarde en Puebla resulta difícil de olvidar. Nada más saltar al campo junto a Míchel para calentar, nos quedamos mirando a las gradas. Parecían una gigantesca manta roja. Puebla es la ciudad de México con más españoles y todos llevaban una camiseta de ese color y con la bandera de España grabada en la espalda. Le dije a Míchel: "Socio, hoy hay que ganar aquí como sea. Esto es como jugar en Sevilla". Pero pronto tuve percepciones que no me gustaron nada. Igual que antes del España-Dinamarca intuí que iba a ser un día grande porque ellos dejaban jugar, con los belgas barrunté un partido bronco, espeso y mucho más duro. Además, nos faltaban Goikoetxea y Maceda, y eso con Ceulemans arriba suponía una amenaza letal.

De hecho, Vercauteren puso un balón desde la izquierda y Ceulemans nos marcó de cabeza. Chendo, central por obligación, bastante hizo con saltar a su lado. Me sentí mal porque les tuvimos acorralados todo el partido, pero no había manera. Yo estuve negado ante el gol. Menos mal que Señor metió el empate con un latigazo cerca del final. Pero la lotería de los penaltis nos dejó hundidos. Se tiraron diez penaltis y se metieron nueve. Una lástima lo de Eloy. Recuerdo que Pfaff se tiró por su lado derecho en nuestros cinco tiros. Fue duro quedar fuera, porque hubiéramos logrado la gesta más grande desde el Mundial del 50 en Brasil. Además, la semifinal hubiese sido con la Argentina de Maradona. Nos perdimos una buena experiencia. ¡Aquellos belgas...!