"Owen es mejor que Beckham"

George Best

"Owen es mejor que Beckham"

"Owen es mejor que Beckham"

El alcohol y la mala vida le han pasado factura, pero sigue siendo el rey. Llegó a Mónaco para dejar su huella de Jugador de Leyenda en el Paseo de la Fama de Montecarlo junto a otros grandes de todos los tiempos: Gento, Riva,Weah y Rivelino, y habló de fútbol y de los ingleses del Real Madrid en exclusiva para los lectores de AS.

¿Cómo se encuentra?

Bien. Mucho mejor que en otras ocasiones. Estoy en Mónaco y se me ha reconocido como una leyenda del fútbol. Agradezco este detalle, porque últimamente no me daban nada más que palos. Mi vida privada, al final, superó a mi vida pública. Y eso me entristece.

Bueno, también es cierto que su vida privada ha dado mucho de sí...

Es cierto que he cometido muchos errores, pero he tratado de no molestar a nadie. Si he hecho daño a alguien ha sido a mi mismo, pero he encontrado poca ayuda. El acoso que sufro por parte de los periódicos es insoportable. Para mí es muy duro levantarme cada mañana y ver a los periodistas acampados en la puerta de mi casa a la caza y captura de un nuevo error. Es como si se llevaran tu vida a pedazos. Llevo soportando esa presión muchos años, todos los días. Y también afecta a la gente que me quiere y me rodea.

Tiene que comprender que usted, además de un grandísimo jugador, se dio a conocer por otras razones. Creo que fue novio de tres Miss Universo...

Sobre esto hay apuestas, y el número exacto es ese: tres. Pero aún estoy vivo y no pierdo la ilusión de hacerme novio de una cuarta. (Best se ríe por vez primera en la entrevista).

¿Sigue el fútbol?

La pasión por el fútbol es lo único que no he perdido, lo único que sigue igual que hace treinta años. Con todo lo que me ha pasado, la emoción de un buen partido es hoy igual que cuando jugaba. Es algo increíble. Lo llevo dentro.

¿Qué le parece el Real Madrid?

Tuvo un momento mágico, el de los Galácticos. Luego cayó en picado. Es normal porque los equipos tienen ciclos. Yo siempre admiré al Real Madrid, desde los tiempos de Gento.

¿Recuerda haber jugado contra el Madrid de Gento?

Sí, lo recuerdo perfectamente. En 1968 mi equipo, el Manchester United, disputó una semifinal de la Copa de Europa frente al Real Madrid. En Old Trafford ganamos por 1-0, y yo marqué el gol. A mí hacía me hacía gracia Gento porque volvía locas a las defensas, y eso precisamente era lo que me gustaba hacer a mí. Yo lo hacía con técnica y él con velocidad, pero el resultado era el mismo: defensas decepcionados, al borde de la depresión. Eso me gustaba mucho. Luego, en el partido de vuelta, empatamos, 3-3, en Chamartín. Fue una eliminatoria muy dura, de las más duras que recuerdo de mi etapa como jugador.

Gento es un grande, ganó seis Copas de Europa. Pero usted ha sido novio de tres Miss Universo, que tampoco está mal.

Bueno, es evidente con esos datos que él era más rapido y yo más guapo. Cada uno tenía sus virtudes y los dos supimos aprovecharlas. (Best vuelve a reírse).

Me decía antes que sigue al Real Madrid... ¿Qué le parece Beckham?

Un buen jugador. Digamos que hay futbolistas de ayer, de hoy y de siempre. Beckham es un futbolista de hoy. En estos tiempos todo ha cambiado. Ahora los jugadores son estrellas de cine y Beckham es el líder en esta faceta. No lo digo con desprecio, ni mucho menos, porque esos jugadores son importantes en el negocio en que se ha convertido el fútbol. Lo que digo es que yo, como ex jugador, aprecio más otro tipo de futbolistas.

¿Como quién?

Por ejemplo, como Michael Owen. Para mí Owen es mejor que Beckham. Owen es great y Beckham es good. ¿Comprende la diferencia? Cualquiera que vaya a ver un partido de fútbol al estadio sabrá apreciar lo que quiero decir.

Bueno, si puede ser un poco más explícito...

Owen es vertical, rápido y tiene gol. Beckham tiene otras condiciones que son buenas, pero lo que hace diferente a un jugador es el peligro que lleva al área rival. Ahí es donde Owen supera a Beckham. Y fuera del campo es donde Beckham supera a Owen. Es la verdad.

¿Cómo fuera del campo? ¿A qué se refiere exactamente?

A que Beckham es una estrella mediática y eso le hace ganar mucho dinero al club. Ya he dicho antes, que el fútbol se ha convertido en un gran negocio, y jugadores como David son importantes. Beckham, por supuesto, sabe jugar y es un buen futbolista, pero sus condiciones como estrella mediática son incluso mayores que las que tiene como jugador. Su club gana mucho dinero con él y esa es una buena razón para tenerle, y lo digo con claridad, tal y como son las cosas hoy en día.

Luego usted no entiende que Owen haya sido suplente durante su única temporada en el Real Madrid...

Yo no entiendo las razones por las que Owen fue suplente, pero no creo que pudiera comprenderlas aunque me las explicara el mismísimo entrenador, Vanderlei Luxemburgo. Claro que los entrenadores tienen caprichos raros. Tampoco entiendo a Mourinho, que sienta a Drogba. Los entrenadores hacen cosas que a veces nadie se explica, ni siquiera sus propios jugadores.

Pues el Real Madrid ha traspasado, finalmente, a Michael Owen al Newcastle...

Bueno, me alegro por Michael Owen porque podrá jugar y demostrar sus condiciones. También me alegro porque estamos en un año de Mundial y Owen podrá llegar rodado a Alemania 2006. Si el Madrid le condenó al banquillo, lo mejor era que se marchara. En Inglaterra será bien recibido. Es joven, es bueno y tiene muchas posibilidades de demostrale a la gente que en Madrid se equivocaron con él.

¿Sería usted titular en los tiempos que corren?

Cualquiera de los que estamos aquí (se refiere a él mismo, a Gento, a Rivelino y a Weah) seríamos titulares en cualquier equipo... salvo que diéramos con uno de esos entrenadores raros a los que he hecho referencia. A veces veo buenos jugadores en el banquillo y a otros, peores, sobre el campo y trato de preguntarme cuál es la razón. En mis tiempos no era así. Jugaban los mejores y todos sabíamos quiénes eran.

¿Qué va a hacer ahora, que cumplirá 60 años?

Bueno, yo he vivido la vida. He cometido errores, pero tuve un destino único, fantástico. Lo que quiero es llegar a esos 60 años para demostrarles a los agoreros que me quisieron enterrar con 40 que acumulan ya un error de 20 años. Quiero seguir viviendo, y si puede ser tranquilo, sin ver en los periódicos cada uno de mis errores y, en muchas ocasiones, incluso historias que son mentira.