El Barça rechazó 10 millones de euros del Espanyol por Javier Saviola sólo por evitar que el delantero argentino triunfara en Montjuïc, con el Camp Nou al fondo. La llamada del Sevilla post Baptista interesándose por el llamado Conejo le vino de perlas al presidente Laporta. Fue un negocio ruinoso y una tapadera. Despreció un traspaso por 10 kilos y la resolución del problema y dijo sí a una cesión por una temporada y 2,2 millones: de máster punto.com. Saviola le cuesta al Barça tres kilos este año y 4.700.000 el siguiente, pero todo valía menos verle en el Espanyol. Además: ¿a quién le importa el dinero del club si 300 socios compromisarios sobre un censo de 3.000 no preguntaron ni por el tiempo en la última asamblea?

El Sevilla apareció de golpe. El mismo presidente Del Nido que clamó y clamó por el cierre del Camp Nou y el que habló de "ofensa a nuestra historia" porque los azulgrana pusieron aquel partido a las doce y cinco de una madrugada, llegaba al rescate: se llevaba a Saviola y parecía aceptar bloquear la salida de Sergio Ramos al Madrid.

El papá de Sergio (uno de los señores que prepararon el famoso piso-monumento al tráfico de influencias al no menos famoso Juan Guerra, allá en Sevilla) no se chupa el dedo y se ha percatado de que Del Nido le ha tomado el pelo a su chico: el Real Madrid lo quería y el Sevilla no negociaba y se limitaba a pedir íntegra la cláusula de rescisión de 27 millones. En Can Ramos, madridistas-sevillistas veían la mano negra del Barça detrás de este asunto y se encampanaron. En Can Ramos apelaban a una máxima italiana: "Si non é vero, é bene trovatto". Si la historia no es verdad, está bien escrita, lo parece. Porque, claro, Del Nido no ha admitido que tenga un pacto bajo mano con Laporta, antes tan enemigo, ahora tan compi. No lo admitiría ni debajo del agua. Pero en el Camp Nou no las tenían todas consigo. Sabían que el Madrid disponía de tiempo hasta las doce de la noche de hoy para llegar a un acuerdo con el Sevilla o liarse la manta a la cabeza y pagar la cláusula del jugador. Al dinero que ya tiene añadirá 24 millones del Newcastle por Michael Owen. Al Barça le excitaban unas palabras de Pichi Alonso, ex jugador y ex seleccionador catalán: "Si el Madrid ficha a Sergio Ramos, que el Barça empiece a preocuparse de verdad".

Laporta confiaba en que Florentino no pagara la cláusula por la peregrina idea de que si lo hacía, todos le obligarán a hacer lo mismo con sus jugadores. Pero ninguno es Sergio Ramos, que junto a Cicinho en diciembre, empezará a reescribir la historia de la defensa del Madrid. Y quizá con Woodgate...

El propio Barça hubiera fichado a Sergio si hubiera podido. Los culés más atrevidos y con años veían en él al Migueli de la década de los 2000. Los despachos del Barcelona echaron ayer el cerrojo esperando que Del Nido no cediera, que el Madrid no se lanzara y que si un día Sergio deja Nervión lo haga camino del Camp Nou. Sus peores presagios parecen confirmarse con su fichaje por el Madrid.