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Primera | Zaragoza

"Sabía que era arriesgado, pero me apetecía jugar"

César disfrutó en su soberbio regreso "Recuperé viejas sensaciones" El guardameta fue artífice del empate.

Arancha Ezquerra
Actualizado a
<b>RÉCORD. </b>César ha trabajado sin descanso para recuperarse de su rotura de fibras.
ALFONSO REYES

Será su ambición natural, la fuerza de voluntad que se le supone al deportista, el afán de superación del lesionado o, quizá, la soledad amarga del banquillo. Sólo César ha vivido esas experiencias y sólo él sabe cómo logró superar la inquietante rotura de fibras que sufrió hace 12 días para poder inaugurar la Liga bajo los palos del Calderón. "Era arriesgado porque siempre se puede empeorar y alargar el tiempo de recuperación, pero había posibilidades y nunca las descarté. Me apetecía mucho jugar", reconoció ayer.

El único secreto, al menos confesable, de esta mejoría en tiempo récord ha sido el trabajo. "Tengo que dar las gracias públicamente a uno de los fisioterapeutas del equipo, Míchel Román, que ha trabajado muy duro conmigo casi día y noche, incluso sacrificando sus días libres, y también al doctor Villanueva y al otro fisio, Jerónimo Roldán. Todos creyeron en mi cura", reveló el guardameta.

Tras cinco temporadas a la sombra de Iker Casillas en el Real Madrid, César volvía, en la tarde del domingo, a pisar el césped para asumir en sus guantes la responsabilidad de todo un equipo. Y las viejas sensaciones regresaron a sus brazos. "Me reencontré con muchas cosas que hacía tiempo que no vivía, incluso me sentí un poco extraño. Pero todavía me queda mucho que sacar del armario", advirtió.

Su actuación, soberbia, permitió al Zaragoza amarrar un valioso punto ante el Atlético. "El resultado debe servir para reafirmarnos en el trabajo que estamos haciendo. No creo que muchos equipos puntúen este año en el Calderón. En algunos momentos de la primera parte lo pasamos mal, pero en la segunda hasta pudimos ganar", analizó.

Sin embargo, el guardameta no quiere lanzar las campanas al vuelo. "Es pronto para sacar conclusiones. Hay que ser cautos. Hicimos un buen trabajo defensivo en el que se implicó todo el equipo y dejar la portería a cero siempre es una satisfacción, aunque tenemos que meter goles y aprovechar las oportunidades", afirmó César antes de elogiar a la zaga: "Hemos tenido poco tiempo para acoplarnos porque Milito llegó más tarde y Álvaro ha estado lesionado, pero es fácil tener sintonía con esta defensa".

Regreso tras un año en blanco

César Sánchez disputó su último partido de Liga el 19 de septiembre de 2004, en la tercera jornada de la competición y con la camiseta del Real Madrid. El equipo que entonces dirigía José Antonio Camacho visitaba el estadio del Espanyol y acabó perdiendo 1-0. Al día siguiente, Camacho presentaba su dimisión como técnico.A César le tocó sobrevivir en la dictadura de Iker Casillas. Desde el 2000, cuando llegó procedente del Valladolid -nació y creció en la cantera de Pucela-, hasta este verano, el guardameta cacereño debió encontrar acomodo en el banquillo obligado por la exitosa trayectoria de Casillas bajo los palos. En su primer curso jugó 5 encuentros; 12, al año siguiente; ninguno en la temporada 2002-2003; sólo uno en la 2003-2004; y, por último, dos en la pasada campaña, encajando el mismo número de goles.