Torres aún debe entenderse con Kezman: La falta de puntería no resulta preocupante
La falta de definición contra el Zaragoza por parte de Fernando Torres no preocupa al Niño. El ariete rojiblanco tiene mayor libertad de movimientos y se siente más cómodo. Sólo en la segunda parte se repitieron los errores del pasado: buscar el esférico en el mediocampo. Ahí es donde se pierde el peligro del capitán rojiblanco. El canterano hace daño cuando se acerca a portería. Maxi y Petrov le pusieron bastantes balones en la primera parte y sólo falta que Torres y Kezman aprendan a jugar juntos para que todo cuadre. El Niño no tiene que desesperarse.
Luccin se parece al que deslumbró en Vigo: Aguantó los 90 minutos a un nivel óptimo
Luccin rindió a un nivel muy diferente al de la campaña 2004-2005. Irreconocible. El francés se encuentra en un momento de forma envidiable, que hace recordar sus viejos tiempos en el Celta. El mediocentro jugó los 90 minutos y aguantó el ritmo físico a la perfección. Además, siempre tuvo buen criterio con la pelota y se entendió a la perfección con Gabi. En la segunda parte se quedó solo en el mediocentro, pero, posiblemente junto a Petrov, fue el mejor del Atlético. Si Luccin se mantiene esta forma, puede soñar con el Mundial de Alemania.
Hueco en la derecha: Descompensación entre las bandas
Petrov es un puñal en la izquierda y Maxi tiende a irse al centro. Esta situación provoca una descompensación entre las dos bandas. Además, Velasco no sube tanto como Antonio López, por lo que este hueco en la zona derecha se hace más visible. Debe aprender a volcar el juego a las dos bandas. Petrov luce mucho y el Atlético puede empezar a tener dependencia del búlgaro.
Defensa arriesgada: Las contras pueden matar al Atlético
"Para ser un equipo ofensivo hay que asumir riesgos", confesaba Bianchi después del amistoso contra el Sporting. Y así va a ocurrir. Pablo y Perea se quedan a hacer la cobertura cuando el Atleti está atacando y, como mucho, les apoya un lateral. Esto provoca que a menudo defienda en inferioridad. El problema es que no es un recurso a la desesperada, sino el estilo de juego del técnico.
Cambio de sistema: Bianchi maneja variantes de juego
Las variantes de Bianchi son infinitas. Los cambios, que introdujo contra el Zaragoza, hicieron que el equipo pasara de un 4-4-2 a un 4-1-4-1. Este último sistema fue utilizado en pretemporada contra el Racing, pero esta vez el sistema fue empleado con jugadores más ofensivos. Luccin se quedó solo en el mediocentro y Galletti e Ibagaza pasaron a formar la línea de ataque.
Cuatro delanteros: Maxi y Petrov son dos atacantes puros
Bianchi insiste, por activa y por pasiva, en realizar un juego ofensivo. En diferentes momentos de partido se puede observar una línea horizontal con Maxi, Torres, Kezman y Petrov. Una de las maneras de conseguir un juego ofensivo es poniendo a más jugadores en el ataque. El resultado en el Atlético es positivo, porque no se nota a un equipo descompensado o que ataca a lo loco.
Extremos atentos: Los rechaces son todos del Atlético
El vendaval atlético en la primera parte dejó un detalle importante. Todos los rechaces ofensivos iban a los pies de jugadores rojiblancos. El Virrey pide a sus jugadores de banda que suban siempre, aunque el balón no vaya por su lado. De esta manera, si el extremo no acierta a encontrar a Kezman o Torres, el rechace va a parar al otro extremo y continúa el ataque rojiblanco.
Presión asfixiante: Luccin y Gabi deben robar a los pivotes
El Atlético imprime un ritmo asfixiante desde el primer minuto. Petrov y Maxi son importantes para recuperar balones, pero Gabi y Luccin son imprescindibles a la hora de presionar. Si fallan los mediocentros, el ataque del contrario jugará con ventaja frente a la defensa. El Atlético jugó peor en la segunda parte por cansancio. Bianchi necesita un pulmón en mediocampo y quiere a Mascherano.
