Luxa saca el once de gala en el homenaje a Puskas

Octavo partido de la pretemporada del Real Madrid. En Budapest, ante la selección de Hungría, pero no la buena, es un equipo B, ya que los jugadores que están en Europa no han sido cedidos por sus clubes. Luxemburgo alineará esta noche a su once de gala a falta de Robinho y la gran atracción será La Bestia, Baptista, que sólo participó en el ensayo del pasado domingo ante el ASK austríaco (jugó 45 minutos). Esta noche se podrá apreciar si las primeras lecciones tácticas son llevadas a la práctica: las faltas, el movimiento del equipo, la defensa y el ataque de los córners, la disciplina de jugar como equipo...

Pero ante todo esta noche es el homenaje a Ferenc Puskas y por eso se ha decidido que el equipo lleve su nombre. Es el combinado Pancho Puskas contra el gran Real Madrid, el equipo de los Dioses, como dicen aquí en Hungría. Pero 'Cañoncito Pum', como le conocían cuando jugaba en el Madrid, no estará en el partido. Al menos, oficialmente se dice que el ex futbolista no está para que nadie lo vea y que quién sí estará en el estadio será su mujer a la que se le entregará la recaudación.

Luxa apostará por Helguera y Pavón, Gravesen en vez de Pablo García y Baptista en la izquierda. Mathaüs intentará alinear un equipo lo más competitivo posible. Por cierto, la selección albiceleste (ante la que juega Hungría el miércoles) ya está en Budapest y Pekerman irá al palco. El Madrid estará representado por el presidente de honor Alfredo Di Stéfano, Butragueño, Amancio, Santamaría y Antonio Ruiz. Quizá visiten a Puskas hoy, pero depende de lo que digan los médicos. Florentino Pérez no estará, aunque seguirá el partido atento. Ya no hay entradas. Habrá 50.000 espectadores.

Jonathan Woodgate sigue sin debutar con el Real Madrid. Budapest tampoco verá como juega el central blanco, aunque ayer los aficionados que acudieron a ver trabajar a los madridistas tuvieron la oportunidad de verle unos minutillos durante el partido que dispuso el técnico madridista en el entrenamiento. Luxemburgo le dio el peto rojo. Lo cierto es que durante estos diez días en Austria, Woodgate ha mejorado mucho tanto física como mentalmente, pero aún no está para participar en un encuentro de alto nivel. Woody aún tendrá que esperar un tiempo antes de jugar.

No es probable tampoco que Woodgate juegue en los dos partidos amistosos que el Real Madrid tiene previsto disputar antes de que comience la Liga y su reaparición va muy lenta. Paciencia es la palabra más empleada por todos cuando se tiene que hablar de la situación de Woodgate. Luxemburgo ya ha dicho que no quiere otro central. La verdad es que el técnico confía en la recuperación del inglés y es el que más ganas tiene de que el defensa esté listo pronto, pero éste lleva un año y medio fuera de los terrenos de juegos y necesita un tiempo de aclimatación antes de ponerse la camiseta del Real Madrid.