El Real Madrid se encuentra desde ayer en Tokio. Sin embargo, la salida de Pekín fue muy accidentada, ya que las autoridades chinas retuvieron a la expedición madridista una hora y media en el aeropuerto. Tras la supervisión de los pasaportes y con las tarjetas de embarque en la mano, la policía solicitó de nuevo los pasaportes. Los jugadores ya estaban montados en el autocar que les iba a trasladar al avión y tuvieron que bajar de nuevo a una terminal privada donde permanecieron más de una hora. Las autoridades chinas alegaban que había 10 pasaportes que no coincidían con la lista de pasajeros que iba a viajar a Tokio. A los madridistas les molestó el incidente, pero se lo tomaron con resignación, aunque hubo alguno que se encaró con un policía que utilizaba desmedidamente su cargo. A eso hay que sumarle que hubo momentos de tensión entre la policía y los medios de comunicación (un intérprete de la prensa española fue agredido por la policía cuando los periodistas ya se dirigían al avión). Finalmente, la expedición partió a las 12:00 horas en un Air Bus 777 de la JAL (Japanese Airlines) rumbo a Tokio, donde aterrizó después de tres horas y media de vuelo. Cerca de 2.000 personas recibieron a los madridistas en el aeropuerto de Narita.