Cuentan los que estaban dentro que se ganó al vestuario desde que se colocó en los tacos de salida. "Fue increíble. Llegó bromeando con todo el mundo y haciendo esfuerzos por hablar en castellano. Lo primero que dijo fue grandioso: 'Aquí llega vuestro salvador'. Hubo guasa entre los compañeros, pero así logró desde el primer día que le veamos como uno más. Thomas ha entrado con el pie derecho". La confesión de un miembro de la plantilla madridista sirve para conocer mejor la fuerte personalidad de este Stielike del siglo XXI, fichado por Florentino para tapar el agujero del mediocentro.
Si los pupilos de Luxemburgo hubiesen podido ser aficionados por un día se habrían subido a las gradas del Bernabéu para aplaudir también al danés cuando saltó al campo ante el Zaragoza. "Todos hemos celebrado este fichaje porque nos hacía falta un jugador de este tipo. Gravesen nos va a dar mucho equilibrio en el campo".
Por aclamación. El ex líder del Everton ha demostrado desde el primer día un afán innegociable por adaptarse rápido a su nuevo entorno. Cuentan que ya chapurrea los típicos "hola", "adiós" o "¿cómo estás, amigo?". A ese repertorio ha añadido la palabra "equipo", con la que se ha ganado a Luxemburgo y a los defensas. Con Iván Helguera ya se mostró muy hablador al término del encuentro contra el Zaragoza para explicarle un cambio de posiciones. "No para de hablar. Este tío es muy majo. A Samuel y a Owen les costó semanas adaptarse porque son más tímidos, pero Gravesen es un cachondo mental. Nos va a ayudar mucho a hacer piña esta temporada".
Tampoco han pasado inadvertidas sus portentosas facultades atléticas. En las oficinas del Bernabéu guardan un vídeo del partido Everton-Manchester City disputado en Navidad, en el que el danés deslumbró por su despliegue físico y su liderazgo en el campo. Tampoco han faltado en estos días de bienvenida las bromas por su calva. En el vestuario ya piensan en organizar un partidillo contra los con pelo, haciendo un equipo con Gravesen, Roberto Carlos, Ronaldo, Zidane, Beckham y Raúl Bravo, con Sacchi de entrenador y Julio Cendal de responsable de seguridad. Thomas, o Tommy, ya se siente querido en su nueva casa. Es un vikingo más...
Cuatro faltas, tres robos y ovación
Gravesen entró con buen pie en el Bernabéu. El danés salió con la intención de no dejar jugar a Movilla, al que robó un balón y le hizo dos faltas. Luego sumó otras dos recuperaciones y un par de faltas más. Su intensidad entusiasmó a la afición madridista, que aplaudió sus intervenciones.
