Raúl González y Fernando Morientes, futbolistas del Real Madrid y grandes amigos, se han fundido en un abrazo al término del entrenamiento, el último del delantero de Sonseca con la camiseta del conjunto blanco, antes de que se haga oficial su traspaso al Liverpool inglés.

Los dos jugadores, que se entrenaron en el grupo de los que no serán titulares contra el Valladolid en la Copa del Rey, se abrazaron en el centro del campo y así se marcharon hasta los vestuarios, en lo que es el adiós de Morientes al Real Madrid, al que llegó en la temporada 1997/98 y con el que ha conquistado tres Ligas de Campeones.

La amistad entre los delanteros siempre ha sido patente e incluso Raúl viajó en alguna ocasión a Mónaco la temporada pasada cuando fue cedido al equipo del Principado.

Morientes también ha recibido el cariño del resto de sus compañeros y en las próximas horas se hará oficial su traspaso al equipo inglés dirigido por Rafael Benítez.