Antes del partido tuvo lugar una manifestación ciudadana (convocada por la UFEC) a favor del reconocimiento internacional de las selecciones deportivas catalanas, que concluyó en las inmediaciones del Camp Nou. Bajo el lema Volem selecciones catalanes (Queremos selecciones catalanas), unas 6.000 personas según la Guardia Urbana (20.000 según los organizadores) participaron en la marcha, que transcurrió sin problemas. Muchos de los participantes acudieron luego al partido de hockey sobre patines que se disputó en el Blaugrana y al encuentro de fútbol. En el descanso de éste, el miembro de la selección catalana de hockey rodado, Iván Tibau, leyó un manifiesto reivindicativo reclamando que Cataluña pueda competir internacionalmente. Lo acompañó, entre otros, el presidente de la Catalana de Fútbol, Jaume Roura.

El conseller en cap (vicepresidente) de la Generalitat, Josep Bargalló, declaró al respecto que "continúa siendo necesario que la gente reivindique y es positivo que la sociedad civil salga a la calle a plantear estas reivindicaciones". Por la mañana, la Generalitat inauguró en Barcelona la Casa de l'Esport (Casa del Deporte) de la que se beneficiarán 19 federaciones catalanas que dispondrán de unas oficinas unificadas de unos 2.000 m2. El coste de la obra asciende a 4'5 millones. Paga la Generalitat.